De acuerdo a datos de la
Reserva Federal, en la primera semana de 2016 los bancos centrales extranjeros
vendieron bonos del Gobierno de EE.UU. por un valor de 12.000 millones de
dólares y durante la semana siguiente se desprendieron de otros 34.500 millones
de dólares en bonos, lo cual constituye una situación sorpresiva e inusual..
En todo el mes de enero,
los bancos centrales extranjeros habían vendido bonos del Gobierno de EE.UU. a
un ritmo récord. Ese mes la liquidación de los bonos del Tesoro alcanzaron un
valor de 57.200 millones de dólares, 9.200 millones más que en diciembre pasado
y representaba la cifra mensual más alta desde 1978. Esta tendencia había
cobrado fuerza el año pasado, cuando los bancos centrales vendieron un récord
de 225.000 millones de dólares de la deuda nacional estadounidense.
Con referencia a datos de las
reservas de bonos del Tesoro de China y Euroclear, la empresa con
sede en Bélgica a través de la cual China lleva a cabo sus operaciones
financieras en el extranjero, el
país asiático había vendido unos 107.000 millones de dólares de sus
fondos de tesorería, la gran mayoría de los cuales eran bonos del Tesoro de
Estados Unidos. La venta continuada de Bonos del Tesoro a fuerte ritmo por
parte de China puede ser una señal de que la liquidez de los mercados de bonos
de Estados Unidos se estaría debilitando.
La venta de
bonos estadounidenses por China no es nada nuevo. Esta tendencia empezó
en diciembre de 2013, cuando el país asiático vendió bonos de
EE.UU. por valor de casi 48.000 millones de dólares, según la estadística
oficial. Aunque bien no se puede subestimar la importancia del accionar de
China, la tendencia ha sido creada por casi todos los bancos extranjeros que
están vendiendo bonos. Al parecer, China, que sigue vendiendo bonos del
Gobierno de Estados Unidos, desempeña un papel importante en esta
dinámica.
El monto de la deuda de Estados Unidos que posee Arabia Saudí, no es muy
conocido. Es un vestigio de una época de escasez de petróleo y petrodólares
poderosos. Pero ahora esa pregunta –sin respuesta desde la década de 1970, en
virtud de un silencio informativo mantenido por el Departamento del Tesoro de
Estados Unidos– ha pasado a primer plano, al estar Arabia Saudí presionada por
la fuerte caída de los precios del petróleo y sus costosas intervenciones en
Medio Oriente.
O sea, Bancos centrales del mundo se desprenden de los bonos del Tesoro
de EE.UU. a un ritmo récord Las propias cifras del Saudi Arabian Monetary
Agency muestran que el año pasado los activos de reserva en valores extranjeros
se han reducido en la cifra récord de 108.000 millones de dólares. En noviembre
el Banco Central de Arabia, que no da a conocer cifras separadas para los bonos
del Tesoro, reconoció tener 423.000 millones de dólares en valores extranjeros.
El Tesoro nunca ha revelado la cuantía de bonos estadounidenses en manos
de Arabia saudí porque
durante mucho tiempo ha sido un aliado clave en Oriente Medio, y a la vez forma
parte con otros 12 de la OPEP, incluyendo Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y
Nigeria a los cuales se les guarda el secreto. De los demás - más de un
centenar de otros países, desde China al Vaticano - el Tesoro ofrece un
desglose detallado de la cantidad de deuda de Estados Unidos que tiene cada uno
de ellos.
Estos signos están provocando
preocupación por la fuerte posición de Arabia saudí en el mercado de bonos
estadounidense. El gran riesgo es que la autocracia saudita venda algunas
de sus tenencias del Tesoro, que se
consideran entre las más grandes del mundo, para recaudar los dólares
necesarios. Este tratamiento especial, que nace de la crisis del petróleo 1973
tras el embargo árabe, es sólo una pequeña concesión entre muchas que los
gobiernos estadounidenses han hecho en los últimos años para mantener la
relación estratégica de Estados Unidos con la realeza y el acceso a las reservas de
petróleo.
Aparte de
los jeques saudíes, sólo un puñado de funcionarios del Tesoro y de la Reserva
Federal saben la cuantía de deuda de Estados Unidos en manos de Arabia saudí y
si están subiendo o bajando.
Debido a la caída de los precios del
petróleo, algunas naciones se ven obligadas a vender los activos de
la deuda de EE.UU. para cubrir los reiterados déficits en sus presupuestos,
como es el caso de Noruega, México, Canadá y Colombia. Y hasta Arabia Saudita
pondría a la venta sus bonos del tesoro de Estados Unidos para salvar sus
créditos. La baja en los precios del petróleo, y los altos costos de las
tensiones en Oriente Medio, llevaría al reino saudí a deshacerse de tales
títulos.
En esta
situación, los interrogantes versarían en: cuánto tiempo durará esta venta
activa de bonos estadounidenses y hasta cuando durarán las reservas de los países,
sobre todo las de China. Algunos economistas sostienen que al ritmo actual, la
mayor parte de los títulos de los bancos extranjeros pueden venderse en tan
solo meses.
Fuente:
Bloomberg – El Economista (España)
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