Este
año la economía del país vecino registrará su más difícil momento, con una caída del
producto y un descenso en el índice de confianza al consumidor - según datos
oficiales -, avalados por otro indicador relevante como es el de confianza del
empresario industrial, que muestra una contracción. La moneda del país
vecino viene de tocar su menor nivel en 22 años frente al dólar. Brasil anunció que su PBI se contrajo 3,8%
durante 2015, la mayor recesión que sufre en un cuarto de siglo. La
noticia divulgada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
dejó abierta una incógnita sobre cuándo volverá a crecer la mayor economía de
América Latina.
En nuestro país, con una inflación
local que supera los niveles anteriores, la competitividad cambiaria hoy
equivale a la de fines de los ´90, pese a la devaluación. La industria automotriz
se encuentra, en una posición comprometida. La crisis en Brasil es de tal
dimensión que prácticamente se están viendo afectados todos los sectores
exportadores argentinos. Hay fuertes caída, en los envíos de ciertos productos,
como en alimentos y también en vehículos. Casi no queda
rubro que hoy pueda librarse de esta coyuntura”, afirmaba una
fuente de la Unión Industrial (UIA)
En este
contexto, 2016 significa un mal
comienzo. Según informó la consultora Abeceb, las exportaciones a
ese mercado totalizaron u$s 487
millones ya en enero, lo que implicaba un descenso de casi 40% frente al
mismo período de 2015. No sólo eso: también significaba en ese periodo un
difícil momento en materia de
ventas hacia Brasil.
Lo más visible es el efecto de la retracción
brasileña en la industria argentina.
Brasil es el primer mercado para las exportaciones argentinas y absorbe un 46% de sus ventas
industriales. En 2015, los envíos argentinos a Brasil cayeron en un 47,9% y quedaron en valores similares a los
de la recesión mundial de 2009.Según un centro de estudios argentino, la
Fundación Mediterránea, cada punto de variación en el índice de producción
brasileña significa tres puntos de variación en las exportaciones
manufactureras argentinas.
El sector automotriz es el más
afectado, ya que el 80% de sus exportaciones se destinan a Brasil. En
octubre de 2015, la caída de las exportaciones argentinas de vehículos y
autopartes rondaba ya el 32,8%, pero las tensiones venían de antes. En 2014 se perdieron 4.000 puestos de
trabajo (un 5% del empleo en la industria automotriz), y hubo
15.000 suspensiones, tomas de fábricas de autopartistas y otros conflictos
sindicales. Otros sectores como la industria del plástico y la química tienen problemas similares.
Las posibles razones de la
caída de Brasil, son analizadas por distintos
especialistas de ese país. Algunos la atribuyen a su fuerte expansión económica
en la década pasada, que llegó a 7,5% en 2010 y que se basó en gran medida en
un aumento del consumo de las familias, que ahora caía notoriamente. Consideran
que este modelo se encuentra agotado.
Para otros, la culpable de la recesión económica es la crisis política que se ha desatado en el país, con un pulso
intenso entre el gobierno y el Congreso; Brasil está llevando adelante un
proceso de juicio político para destituir a la actual presidente.. Otro
problema que según los expertos está lesionando la economía brasileña es la corrupción, con un escándalo de
sobornos en la petrolera estatal Petrobras que llega bastante más allá del
gobierno. Los economistas señalan además, que Brasil se ha visto perjudicado
por un deterioro de la confianza de
los mercados en su economía.
Es indudable que siendo Brasil la
novena economía del mundo, un exportador importante de energía y miembro
trascendente del G-20 y los BRICs. Una mayor incertidumbre en Brasil
implica mayor volatilidad en la economía global. Brasil figura como uno de los
países que tuvo peor desempeño económico en 2015 a nivel regional (después de
Venezuela) y del club BRICS de naciones emergentes (que incluye además a Rusia,
India, China y Sudáfrica).
Fuente: Abeceb -Fundación Mediterránea -
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