El tema se asocia al
aproximarse los festejos del 25 de mayo de 1810, fecha tan gloriosa para
nuestra patria, que volvemos a recordar con emoción y fervoroso patriotismo.
La principal consecuencia económica de la Revolución de
Mayo- esto es el establecimiento del comercio libre que dejaba atrás el monopolio comercial español -, estuvo
acompañada por otra, como fue la ruptura y consecuente fragmentación del espacio
económico del Virreinato. La apertura directa al comercio ultramarino, que en
la primera década revolucionaria significó casi exclusivamente británico,
supuso un cambio fundamental en la posición del Río de la Plata en la economía
mundial
Los acontecimientos de la Revolución se centran en una
semana conocida como Semana de Mayo, transcurrida entre el 18 de mayo de 1810,
cuando se reúnen los primeros grupos revolucionarios, hasta el 25 de mayo,
fecha de asunción del primer gobierno rioplatense independiente de España. Una
de las principales causas que produjo esta “revolución”, fue por los
intereses económicos que había en
la época, donde existía un monopolio que solo permitía comerciar con España y
sus colonias. La zona del Río de La Plata carecía para la época de recursos
comunes en otros lugares como piedra, madera y minerales, por lo cual la economía estaba basada en la producción
de ganado, especialmente vacuno y caballar. El cuero vacuno sustituyó a
casi todos los demás bienes escasos, creándose la llamada "cultura del
cuero"
La economía de Buenos Aires era la zona más rica. Las
principales actividades eran la ganadería y el comercio. Los campos, se
dedicaban a la ganadería, se criaban vacas y caballos. El cuero, el sebo y el
tasajo se exportaban enriqueciendo a sectores de la ciudad. Con el tasajo se
alimentaba a los esclavos y se destinaba casi en su totalidad a Brasil. Los
propietarios rurales estaban dedicados a las necesidades del comercio, que era
la actividad principal. La capital disfrutaba del privilegio de tener el
puerto y la aduana, la principal fuente de recursos.
Con el
liberalismo económico aplicado en 1809, la ciudad
de Buenos Aires tuvo como consecuencia el
incremento de la población. La principal causa de este crecimiento fueron
las migraciones, y de comerciantes llegados de la península, que se dedicaban a
la importación de vinos y aguardientes. La actividad agrícola permitía producir
granos para el consumo de los campesinos y para abastecer el mercado urbano. Y
a medida que el número de los habitantes se hacía más relevante, la demanda de
alimentos se incrementaba, especialmente de trigo y otros cereales.
Dentro de la
población rural se encontraban los hacendados o estancieros, que contrataban
peones a sueldo para ejecutar las tareas del campo. En el interior se fueron
desarrollando industrias y artesanías: vinos, aguardientes, ponchos, tejidos,
yerba mate, etc. en distintas regiones del Virreinato. En la región noroeste se
practicaba principalmente la agricultura. Desde mediados del siglo XVIII, se
conformó en Salta una estructura agraria en la que predominaban las grandes
propiedades, donde se dedicaba a la producción de mulas y vacunos para
abastecer los mercados del Alto Perú. En el valle de Lerma y en el de
calchaquíes, se realizaban las invernadas de ganado. La sociedad salteña fue
dividida en grandes propietarios, que contaban con muchas riquezas, y en los
pobladores, que eran aborígenes o mestizos.
(continuará)
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