miércoles, 18 de mayo de 2016

La economía del lado de la DEMANDA


Esta economía estimula la demanda para promover el crecimiento económico, principalmente en tiempos de depresiones. Características clave de esta economía son, que incluye: políticas monetarias, políticas de gasto público en infraestructura o las reducciones de impuestos basados en salarios para promover el gasto. Este tipo de economía también se conoce como “keynesianismo”, siendo el economista John Maynard Keynes, quien popularizó la teoría.
Los fundamentos de lo que hoy se denomina la “teoría de la economía del lado de la demanda” (en oposición a la “teoría de la economía del lado de la oferta” – comentada en el blog anterior) -.es la tesis keynesiana que consiste en esencia, en forzar el consumo y la inversión, sea mediante el gasto público o mediante la política monetaria expansiva basada, fundamentalmente en la reducción de los tipos de interés y de descuento (política de dinero barato) o en la inyección al sistema monetario de dinero mediante las operaciones llamadas “open market”, o mercado abierto ( consistente, en la adquisición o venta por el Banco Central de títulos valores, absorbiendo o dotando de liquidez al sistema) para que se agotaran los stocks de bienes no vendidos y ello estimulara a los empresarios para nuevas inversiones (lo que los especialistas en economía conocen como la “función de expectativas empresariales” o la “eficiencia marginal del capital”.
Después de aplicada la primera parte, esto es, iniciado el proceso de demanda de bienes y servicios – bienes de producción o de consumo – actuarán los llamados efectos “multiplicador” y “aceleración” produciendo la expansión deseada de la demanda y en consecuencia el pleno empleo. Según estas concepciones, la política económica deberá actuar sobre las variables fundamentales: el nivel de empleo y el nivel de precios. Las políticas presupuestarias monetarias y de renta, completan el esquema.
Debemos comentar que la inflación es la desventaja principal de la demanda. Opositores al enfoque keynesiano, han argumentado que el aumento de los gastos del gobierno proporciona estímulos excesivos a la economía elevando los precios para los consumidores y las empresas. Esto obliga a los bancos centrales a aumentar las tasas de interés lo que hace más difícil la obtención de préstamos.
De acuerdo a interpretaciones, hoy generalmente aceptadas, puede producirse un exceso de bienes y servicios no demandados, o expresado en otros términos, crearse un aparato productivo capaz de provocar una oferta que no sería absorbida por la demanda, en razón, precisamente de la escasa capacidad de consumo manifestado por el sistema económico.


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