(Continuación del blog
anterior. Ultima nota)
El actual
modelo —en el que un 80% de los préstamos concedidos a América Latina por los
bancos que promueven las políticas de China se
destinaron a proyectos de minería y desarrollo de la infraestructura— perpetúa
la dependencia de las materias primas. El financiamiento bancario también se ha desacelerado a raíz del debilitamiento
de los precios de las materias primas y el menor crecimiento tanto en
China como en América Latina.
Según
opinión de un profesor (Wenze) del Instituto
de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales, mencionó tres ámbitos en los que la relación entre
Asia y América Latina podría reforzarse más en los próximos 5 a 10 años:
comercio, cadenas de producción e infraestructura. En el pasado, la cooperación
económica entre ambas regiones estaba impulsada principalmente por el comercio,
pero de ahora en adelante el principal motor será la cooperación financiera,
añadió.
Pero la Fundación
Carnegie para la Paz Internacional, señaló que ambas regiones primero
tendrían que “realinear su relación”.
En el caso de China, este país tendrá que
dejar de ser un “prestamista generoso, que no hace preguntas ni lleva a cabo
mucha diligencia debida, y convertirse en un recaudador de deudas incobrables”.
Varios panelistas estuvieron de acuerdo y exhortaron a China a aumentar la
transparencia y recurrir más a mecanismos basados en el mercado en su
estrategia de concesión de préstamos.
“Los participantes
debatieron cómo el TPP afectaría la
cambiante relación entre Asia y América Latina. El TPP es el mayor acuerdo
comercial ente países avanzados y en desarrollo, y también el más amplio en
cuanto a alcance y grado de liberalización, dijo Jeffrey Schott, investigador
principal en el Instituto Peterson de Economía Internacional. Además, es un
“acuerdo viviente”, en el sentido de que más países podrían unirse luego de que el TPP entre en vigor. “El TPP podría
generar aumentos permanentes del ingreso real de cerca de USD 500.000 millones y exportaciones de bienes y servicios de más de
USD 1 billón por encima de las proyecciones de referencia”, señaló.
La mayor
parte de este aumento (alrededor de un 55%) corresponde
a Estados Unidos y Japón, pero Vietnam y Malasia serían los más beneficiados en
cuanto al porcentaje del PIB. Para Japón, el TPP es “sumamente importante” y le
permite al país “dar un salto hacia una red mundial de acuerdos de libre
comercio”, opinó un representante de la Universidad
de Columbia. A países como Tailandia, Indonesia, Corea y Filipinas, que
actualmente no son miembros del TPP, les sería muy provechoso adherirse. Pero
la adhesión de China marcaría la diferencia clave que ayudaría a que todos los
participantes a aprovechar las ventajas, señaló Herminio Blanco, ex Secretario
de Comercio y Fomento Industrial de México.
“Para los
panelistas el TPP es un acuerdo revolucionario, pues abarca seis dimensiones fundamentales (servicios, inversión, trabajo,
medio ambiente, derechos de propiedad intelectual y comercio digital),
establece estrictas normas laborales y ambientales, y cubre ámbitos nuevos como
el comercio electrónico. El TPP da prioridad a eliminar barreras innecesarias al
comercio que impiden que las empresas saquen provecho de la economía mundial y
exporten sus productos, señaló el Representante Comercial de Estados
Unidos.”
ínculosFuente:
Boletin del F.M.I
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