domingo, 13 de marzo de 2016

La economía del mundo en 2016 (II)



(continuación del blog anterior. Ultima nota)

Los mercados financieros están cerrando 2015 con una tónica en general alicaída, y son susceptibles a un aumento de la volatilidad, pese a la continua postura acomodaticia por parte del Banco Central Europeo y el Banco de Japón. Desde luego, la Reserva Federal de Estados Unidos puso en marcha en diciembre lo que pretende ser un ciclo de aumentos graduales de las tasas de interés. La forma en que la FED gestione y comunique al mercado las alzas subsiguientes de la tasas durante 2016 revestirá una importancia crítica; esa tarea parece haber empezado favorablemente a finales de 2015. Pero no cabe duda que las condiciones financieras mundiales se están tornando más restrictivas, y los mercados emergentes y en desarrollo son especialmente sensibles a los efectos, dadas las actuales dificultades.

Las investigaciones deberían centrarse aún más intensamente en las economías emergentes y en desarrollo. En la década de 1980, esas economías representaban alrededor del 36% del PBI mundial (medido en función de la paridad del poder adquisitivo, o PPA) y aproximadamente un 43% del crecimiento del PBI mundial (ponderado en función de la PPA). Para 2010-2015 esas cifras pasaron a ser 56% y 79%, respectivamente. Es decir, que ver el mundo desde una óptica basada predominantemente en las economías avanzadas es algo que está cada vez más olvidado. El temario para las economías emergentes y en desarrollo abarca cuestiones tradicionales relacionadas con la balanza de pagos; flujos de capitales y su gestión, intervención en los mercados cambiarios, vulnerabilidades en los balances externos y los factores que determinan los saldos en cuenta corriente y las tendencias y los volúmenes del comercio.

Pero hay muchos otros interrogantes. ¿Qué políticas y marcos de políticas son los más adecuados para elevar el producto potencial y su crecimiento? El crecimiento del PBI potencial parece haber disminuido en todo el mundo, como se ha indicado en ediciones pasadas de Perspectivas de la economía mundial (o informe WEO), pero las razones no están del todo claras. En la edición de abril de 2016 del informe WEO se analizarán las reformas estructurales de las economías avanzadas en ese contexto.

Las tendencias en materia de desigualdad también merecen atención. Pese a una considerable convergencia mundial de los ingresos nacionales per cápita, no se ha logrado necesariamente una distribución más equitativa del ingreso dentro de los países. Esta desigualdad tiene implicaciones para la productividad económica en general (por ejemplo, en la manera en que inciden los resultados de salud) y para la sostenibilidad política de las políticas de mercado. ¿Cómo se puede lograr que el crecimiento sea más inclusivo, y cómo ésto podría a su vez propiciar un mayor crecimiento?

Aparte de estas cuestiones a más largo plazo sobre crecimiento y distribución, hay muchos otros temas de estabilidad económica que precisan atención. Por ejemplo, desde una perspectiva amplia de todas las economías, una prioridad urgente de investigación sigue siendo la incorporación del sector financiero en nuestros marcos de política macroeconómica.
El FMI combina análisis de alcance verdaderamente mundial con la capacidad de abordar rigurosamente cuestiones corrientes de política en tiempo real. Gracias a esto, los estudios del FMI tienen un potencial casi único para guiar la opinión mundial influyendo simultáneamente en los círculos académicos y de política y en el debate público en sentido más amplio. El FMI hoy en día interactúa con 188 países miembros.

El sistema monetario internacional era mucho más simple en los primeros momentos del sistema de Bretton Woods, cuando las cuestiones clave se reducían a los tipos de cambio y a los ajustes de la balanza de pagos. En el mundo de hoy, en el que predominan los mercados de capital estrechamente vinculados pero aún con características nacionales muy marcadas, la problemática es mucho más compleja. Ahora los temas cruciales tienen que ver con el vínculo entre el régimen cambiario y la estabilidad financiera, por ejemplo, y seguirán siendo objeto de intensas investigaciones dentro del FMI.

En otros aspectos, la misión del FMI también se ha ampliado a medida que la economía mundial se ha tornado más compleja e interconectada.


Fuente: Boletines del FMI

No hay comentarios: