Para entender lo que el término inclusión significa, deberíamos empezar por definir la acción de incluir. La misma supone contener o englobar a algo o a alguien dentro de otra cosa, espacio o circunstancia específica. Incluir - entonces - consistirá en sumar algo a otra cosa ya existente. Usualmente, este concepto se utiliza en relación con situaciones o circunstancias sociales en las cuales se incluye o se deja afuera de ciertos beneficios sociales, a grupos específicos.
La inclusión social asegura que todas las personas tengan las mismas oportunidades y puedan acceder a los recursos necesarios que les permitan disfrutar de ciertas condiciones de vida normales. Está relacionada con la integración, la cohesión y la justicia social y constituye una manera efectiva de participación en una democracia. En resumen: es la implementación de políticas públicas encaminadas a la vinculación de TODOS los miembros de la sociedad para la participación de los beneficios que ésta adquiere.
"El capital social puede considerarse como un factor clave para el fortalecimiento de la democracia, al contribuir al crecimiento institucional y promover el desarrollo con equidad e inclusión social, con lo cual igualmente se facilita la integración de los países en desarrollo al mundo globalizado.
El capital social es un concepto que ha resurgido como respuesta a los fracasos de las ideas economicistas del desarrollo, resaltando la necesidad de incluir y jerarquizar en este proceso, valores como la confianza interpersonal, la asociación, la conciencia cívica, la ética y los valores predominantes en la cultura de una sociedad, a fin de formular políticas públicas, con objetivos de lograr una estrategia de desarrollo auto sostenido, participativo y equitativo.
Este capital contribuye a fortalecer los actores y redes sociales (sociedad civil), por tanto, facilita un sistema transparente y eficiente en la gestión pública en todos los niveles de gobierno y hace más eficiente la lucha contra la pobreza y la exclusión social, ya que en el nuevo enfoque de las políticas sociales, los pobres dejan de verse como un problema para convertirse en actores protagónicos en la búsqueda de un mejor destino.
Diferentes métodos están destinados, por ejemplo, a la valoración, orientación e inserción laboral de las personas con discapacidad y parte del nuevo concepto de discapacidad explicitado en la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (OMS-CIF 2001), entendiendo la discapacidad como las desventajas que tiene una persona a la hora de participar, en igualdad de condiciones, en la vida social y económica, etc, de su comunidad. Desventajas que son debidas tanto a su déficit y limitaciones personales, como también, y muy especialmente, a los obstáculos restrictivos del entorno.
En un mundo ideal no tendríamos que hablar de inclusión social, pues hacerlo implicaría que aún en el siglo XXI subsiste cierto tipo de EXCLUSIÓN. Hay minorías, etnicas, comunidades, grupos humanos que aún hoy no gozan de los beneficios de una verdadera inclusión social. La exclusión es una realidad aun existente para ciertos grupos minoritarios y ésta limita sus posibilidades de interacción, de accesibilidad a los servicios a los que tienen derecho y, básicamente, limitan sus posibilidades de desarrollo, pues los seres humanos somos seres esencialmente sociales.
Uno de los grupos minoritarios que tradicionalmente se encuentra excluido de los beneficios de una sociedad, es el perteneciente a la discapacidad intelectual. Las personas que pertenecen a este grupo (retardo mental, autismo y síndrome de Down) no reciben servicios básicos de salud ya que se los considera como enfermos “de nacimiento”, muchos de ellos no reciben servicios adecuados de educación, tampoco son aceptados en la convivencia diaria, pues por falta de conocimiento y temor a lo diferente, es muy probable que se piense que no es apropiado tener un amigo, un empleado o un compañero con discapacidad.
Confirmando que la inclusión social resulta crucial para el desarrollo, sería apropiado aplicarla como aspecto importante en el proceso natural de desarrollo del niño, joven y adulto con discapacidad intelectual, pues lograr que la inclusión social verdadera se dé, requiere de mucho trabajo y de múltiples apoyos, además de un cambio drástico en la mentalidad de la sociedad en general.
Poder ver en un parque, en una oficina, en un salón de clase, en un restaurante, a nuestro lado, al lado de cualquiera, departiendo con todos, como todos, a una persona con discapacidad, sin temores, sin mirarlo como algo raro, insólito o como algo especial, distinto y meritorio, es nuestro gran reto como padres, como profesionales, como seres humanos .
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