2) Los recursos de la Iglesia y sus destinos:
Independientemente de la potestad civil, la Iglesia católica puede adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales para alcanzar sus propios fines. Fines propios son principalmente: sostener el culto divino, sustentar al clero y demás ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo con los necesitados” (Código de Derecho Canónico. Artículo 1254) .
Conforme a uno de los balances presentados por el Estado Vaticano, se había registrado un decrecimiento de 7,8 millones de Euros, debido a que los ingresos de la Santa Sede en el 2009 fueron superados por los gastos. De acuerdo con el balance, los ingresos fueron de 250,18 millones de Euros y los egresos 254,24 millones de Euros.
Sin embargo en comparación con el 2008 la situación era algo más favorable pese a los 8 millones de déficit, dado que en ese año la variación presentada estaba por encima de la registrada en el 2009, éste, al igual que el resto de los estados contables se vieron afectados por la crisis financiera internacional. Es importante mencionar que con relación al año anterior al 2009, las diócesis, comunidades religiosas y fieles realizaron más donaciones al Vaticano.
Las donaciones efectuadas por las diócesis y católicos de todo el mundo, llamadas Óbolo de San Pedro, alcanzaron 82.5 millones de dólares, contra 75.8 millones en 2008. Los aportes más importantes llegaron de los templos de Estados Unidos, Italia y Francia. Las ofrendas al Vaticano aumentaron 5.7 %, para un total de 55.8 millones de euros (69 millones de dólares), pero el aumento no fue suficiente para compensar los altos gastos. Las donaciones fueron destinadas fundamentalmente a las víctimas de conflictos y de desastres naturales.
El presupuesto del Vaticano básicamente tienen tres fuentes de ingresos: la primera son las donaciones de iglesias locales y conferencias de arzobispos alrededor del mundo. Las parroquias entregan dinero a las diócesis y las diócesis al Vaticano. La segunda, son las inversiones, y la tercera los arriendos de sus propiedades. El presupuesto del Estado Vaticano seguía en rojo, debido a la crisis económica mundial, esto situación se anunciaba amediados de 2010.
La Santa Sede tiene que mantener todos los organismos de la Curia Romana; también realiza obras que ocasionan desembolsos económicos, pero que se mantienen por el valor apostólico que representan, como el periódico L´Osservatore Romano, que actualmente rondan los 50 mil suscriptores, y Radio Vaticano, que transmite en varios idiomas.
En cuanto a la ayuda a los necesitados, para tener una idea de lo que hace la Santa Sede y demás organismos eclesiales, por ejemplo, en los años 1998-1999 sólo Caritas Italiana distribuyó cerca de 35 millones de dólares a 69 países de los cinco continentes. Y en 1999 el “Óbolo de San Pedro” reunió de los fieles 55 millones de dólares, que el Papa destinó a obras caritativas, como escuelas, leproserías, centros de asistencia especiales, y ayuda a zonas azotadas por grandes fenómenos (terremotos, sequías, hambre, etc.). Así pues, no se puede acusar a la Iglesia de que no ayude a los necesitados por el hecho de que no venda sus bienes culturales. Por el contrario, las grandes obras de misericordia ha sido creación e iniciativa de la Iglesia. Ella construye y mantiene: hospitales, orfanatos, hogares para discapacitados y también universidades.
Ya venía el Vaticano teniendo dificultades para manejarse económicamente, y desde antes del Vaticano II ha vendido, en favor de las misiones en África (principalmente), muchas de sus posesiones (las que no pertenecen a la humanidad). El mismo Juan XXIII donó la Tiara (la corona pontificia) en favor de los pobres de Europa, y un automóvil se lo dio a la madre Teresa de Calcuta, quien lo subastó para comprar alimentos para sus pobres.
Para darse una idea real de cuánto dinero tiene el Vaticano bastará un par de datos. Primero, las organizaciones no gubenamentales españolas manejan un presupuesto anual de casi el doble del presupuesto anual del Estado Vaticano. Segundo, en Italia tan sólo los diputados y senadores cuestan al contribuyente más del doble de lo que cuesta el Vaticano a los ochocientos millones de católicos en todo el mundo.
Cientos de objetos artísticos y decorativos regalados al Papa Juan Pablo II a lo largo de los años fueron subastados para beneficiar a los pobres de Bakú, capital de la república de Azerbaiyán. La subasta, que incluye objetos diversos, desde vistosos libros hasta adornos de mesa y cuadros, es organizada por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. La subasta benefició a los niños de Afganistán y a los pobres de Angola. Por su lado, «Caritas Internationalis» que es una confederación de 162 organizaciones católicas de ayuda, desarrollo y servicios sociales está presente en más de 200 países y territorios.
(continuará)
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