jueves, 22 de septiembre de 2011

Patrimonio, presupuestos y gastos del VATICANO (III)

(continuación del blog anterior)

Tras obtener ganancias durante ocho años, la Santa Sede - la administración central de la Iglesia -, registró déficit durante tres años hasta 2003, según los balances oficiales de cuentas del Vaticano. El presupuesto de la Ciudad del Vaticano, el Estado papal independiente de Roma, también registraba números rojos en 2003. “El dólar había afectado realmente” las finanzas vaticanas. Según se afirmaba, el déficit de la Santa Sede se debió a la combinación de la baja del dólar con el elevado costo de indemnizaciones pagadas y el aumento de las relaciones diplomáticas de la Santa Sede. Según el Vaticano, como jefe ejecutivo Juan Pablo II exigía responsabilidad financiera y mayor transparencia en las operaciones de la Santa Sede, pero en los últimos años de su Pontificado el presupuesto vaticano volvió a ser deficitario. El patrimonio total de la Santa Sede se calculaba en unos 700 millones de euros (907,97 millones de dólares).

Lejano de estas cifras, el ministro de Finanzas del Papa, el cardenal Sergio Sebastiani, presentó el balance 2003 de la Santa Sede y del Estado de la ciudad del Vaticano, dos ejercicios financieros distintos. Según esa versión oficial, con ingresos de 203,66 millones de euros y 213,22 millones de euros de gastos en 2003, la Santa Sede registró un déficit de 9,56 millones de euros, una disminución con respecto al déficit de 2002. El informe oficial señalaba que el Estado de la ciudad del Vaticano, que administra las 44 hectáreas del territorio del Vaticano y emplea alrededor de 2500 personas, registró, por su parte, una pérdida de 8,82 millones de euros, una disminución de 45 % con respecto a los 16,05 millones de déficit registrado en 2002.

Se atribuye el déficit de esa época al aumento en la cantidad de empleados (en ese tiempo ya 2.674), al aumento de la actividad diplomática de la Santa Sede, que mantiene ahora relaciones con 174 estados, y a la debilidad del dólar. Debido a la baja de la divisa norteamericana, la asistencia de las diócesis estadounidenses al Vaticano se redujo de 85,4 millones de euros en el 2002 a 79,6 millones en el 2003, según la declaración financiera.

A pesar de la incertidumbre económica internacional, el Vaticano cerró su balance económico del año 2010 en positivo, según lo reveló un comunicado del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Problemas Organizativos y Económicos de la Santa Sede. En realidad, el comunicado presenta los resultados de dos balances económicos: el de la Santa Sede, que abarca entre otras cosas la Curia Romana y las representaciones pontificias esparcidas por el mundo.

Este balance económico, presentado por el cardenal Velasio De Paolis, presidente de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede, registra un superávit de 9.848.124 euros, con entradas por un valor de 245.195.561 euros y salidas de 235.347.437 euros. El Comunicado del Consejo de los Cardenales explica que, este balance “parece reforzar, aun con todos los elementos de incertidumbre y de inestabilidad, que sigue presentando la situación económica y financiera mundial, la tendencia positiva, que se registró ya el ejercicio de 2009, que a su vez absorbía los efectos negativos derivados de la fuerte crisis financiera de 2008”.

Las salidas deben atribuirse en su mayor parte a los gastos ordinarios y extraordinarios de los organismos de la Santa Sede, que con su actividad específica participan en la atención pastoral del Sumo Pontífice a la Iglesia, en el mundo. “Hasta el 31 de diciembre de 2010, el número global del personal de la Santa Sede era de 2.806 unidades, contra las 2.762 de 2009”.
En la reunión se presentó, además, el balance económico final 2010 de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, que se centra en las actividades de esta ciudad única, con su farmacia, supermercado, policía, y museos. El cardenal De Paolis explicó que este balance ha registrado entradas por un valor de 255.890.112 euros y gastos de 234.847.011, cerrándose con un superávit de 21.043.000.

“Este resultado se debe a la óptima participación de los Museos Vaticanos --afirma el comunicado--. En particular, gracias al aumento del números de visitantes,- no afectando la tendencia a la crisis del sector turístico mundial - y gracias también al nuevo repunte de los mercados financieros”. Como de costumbre ambos balances habían sido sometidos a verificación y certificación.

El comunicado, que recoge los resultados de una reunión de cardenales celebrada el 30 de junio, ilustra también los datos relativos al Óbolo de San Pedro, constituido por el conjunto de ofrecimientos que le llegan al Santo Padre de parte de las Iglesias particulares, de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica, de fundaciones y de fieles particulares, sobre todo en ocasión de la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo. En 2010, el Óbolo fue de más 67.704.416 dólares estadounidenses, en descenso con respecto al año precedente, cuando se recogieron 82.529.417 dólares.

Los cardenales miembros del Consejo para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede expresaron gratitud y aprecio a todos aquellos que con su propia contribución han querido sostener la solicitud pastoral y caritativa del Santo Padre, sobre todo ante situaciones de calamidad y de emergencia en varias partes del mundo. La contribución económica de las diócesis con la Santa Sede, según establece el canon 1271 del Código de Derecho Canónico, ha contribuido con 27.362.258 dólares estadounidenses, cifra que el año precedente había sido algo superior, 31.516.029. El comunicado informa, por último, sobre los ofrecimientos realizados por otras instituciones, como el Instituto para las Obras de Religión [comúnmente conocido como el Banco del Vaticano], que habían entregado 50.000.000 de euros para las actividades de religión del Santo Padre.

Creemos oportuno manifestar que como en todas las organizaciones manejadas por seres humanos, se han llegado a descubrir operaciones vinculadas a desvío de fondos hacia actividades riesgosas que han ocasionado malestares en el Vaticano. Inclusive se había acusado de operaciones de lavado de dinero. Por esta razón se llevaron a cabo rigurosas investigaciones y más aún, el propio Papa Benedicto XVI creó la Autoridad para la Información Financiera, un organismo especial para combatir el lavado de dinero y vigilancia de las operaciones financieras de la Santa Sede. Tiene como objetivo "prevenir y luchar contra el blanqueo de dinero proveniente de actividades criminales y para la financiación del terrorismo".

Fuente: Zenit Org. – Poco y Bueno (serie Iglesia) – Catholic.net – Comunicados de la Secretaría de Estado del Vaticano –Instituto para las Obras de la religión (IOR).

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