Europa empieza a transitar el Siglo XXI como un continente férreamente unido; no por un gobierno, ni por un partido político, ni por un trazado territorial, ni por una bandera, sino por una moneda. Fue lanzada en 1999, pero los intentos de crear una moneda única se remontan a veinte años antes. El euro es una de las monedas más importante del mundo, creada para una cultura abierta al cambio y con el fin de lograr la unión entre distintos países buscando el beneficio social. Es en la actualidad una de las monedas mas negociadas y comercializadas del planeta.
Se ha convertido en la segunda del mundo y se está afirmando cada vez con mayor fuerza como valor de reserva y de pago junto al dólar. El ritmo de la integración de los mercados financieros en la zona del euro se ha acelerado, con relaciones no solo entre intermediarios sino también entre las bolsas de valores. La Unión Europea había fijado en 2005 el plazo para la aplicación de un plan de acción para los servicios financieros.
La crisis económica de los años 70 suscitó los primeros planes para la creación de una moneda única. Se abandonó el sistema de tipo de cambio fijo ligado al dólar. Los líderes europeos acordaron crear un sistema para vincular a todas las monedas europeas. Pero dicho sistema sintió inmediatamente la fuerte presión del dólar y esto causó problemas en las economías europeas más débiles. En 1991 los 15 países miembros de la Unión Europea reunidos en la localidad holandesa de Maastricht, acordaron crear una divisa única como parte de una iniciativa para lograr una unión económica y monetaria. Los criterios de selección para unirse a esta estructura fueron estrictos, entre ellos, objetivos para fijar índices de inflación, tasas de interés y déficit presupuestarios. Se creó el Banco Central Europeo para fijar las tasas de interés. El Reino Unido y Dinamarca decidieron mantenerse al margen de este proyecto.
El euro se dio a conocer el 1 de enero de 1999 como una divisa electrónica usada por bancos, casas de cambio, grandes compañías y bolsas de valores. El nuevo Banco Central Europeo, fijó las tasas de interés para toda la "euro-zona". Pero la incertidumbre sobre su política y los desacuerdos entre los distintos gobiernos, debilitaron el valor del euro en los mercados de cambio. Se llamó "Eurozona" (o zona euro) al conjunto de los países que han adoptado la moneda única, más Andorra, Mónaco, San Marino, y el Vaticano, que han decidido usar el euro. Los tres últimos emiten euros propios con su cara nacional, no así Andorra.
El euro es administrado por el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), compuesto por el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos nacionales de los países miembros de la zona euro. El Banco Central, situado en Frankfort, Alemania, es el único con autoridad para desarrollar la política monetaria. El BCE se constituyó el 1 de junio de 1998.
La función principal del BCE es mantener el poder adquisitivo de la moneda única y, de este modo, la estabilidad de precios en la zona euro que comprende los países de la UE que han adoptado el euro desde 1999. El BCE controla la oferta monetaria y la evolución de los precios.
El 1 de enero de 2002 comenzaron a circular las monedas en euros. Las ocho denominaciones de monedas son diferentes en tamaño, color y grosor según sus valores, que son 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos y 1 y 2 euros. Un euro está dividido en 100 céntimos. Desde el 1º de enero de 2002, más de 300 millones de ciudadanos europeos utilizan el euro en su vida diaria. Entre el Tratado de Maastricht firmado en febrero de 1992 - que estableció irrevocablemente el principio de una moneda europea única -, y la circulación de monedas y billetes en doce países de la Unión sólo han transcurrido 10 años, plazo muy breve para llevar a cabo una operación única en la historia monetaria mundial.
Este nuevo signo monetario, que ha venido a reemplazar a monedas que habían sido para los países europeos los símbolos e instrumentos de su soberanía nacional, e impulsó considerablemente la unificación económica de Europa, al tiempo que representa un factor de aproximación e identificación de los ciudadanos europeos, que, a partir de ahora, pueden viajar por prácticamente toda la Unión sin cambiar de moneda.
Pero para poder participar en la moneda única los países debieron cumplir varios criterios económicos. El más importante de estos "criterios de Maastricht" es que el déficit presupuestario no puede exceder continuadamente del 3% del producto interior bruto (PBI); la deuda pública no debe ser superior al 60% del PBI. Los criterios prevén asimismo una estabilidad a largo plazo de precios, tipos de interés y de cambio entre las monedas afectadas.
Los precursores de la moneda única han querido garantizar su estabilidad ya que la inflación hace menos competitiva la economía, mina la confianza de los ciudadanos y reduce su poder adquisitivo. Con este ánimo han consagrado la independencia del Banco Central Europeo (BCE), cuyos estatutos le asignan la misión de actuar sobre los tipos de interés para mantener el valor del euro.
En Ámsterdam, en junio de 1997, el Consejo Europeo adoptó dos resoluciones importantes. Por la primera, conocida como "Pacto de Estabilidad y Crecimiento", los Estados miembros se comprometían a mantener la disciplina presupuestaria, que se garantizaría mediante una supervisión multilateral y la prohibición de déficit excesivos.
Desde comienzos de 1999, las 11 monedas de los Estados participantes desaparecieron a favor del euro, que se convertió de este modo en la moneda común de Bélgica, Alemania, España, Francia Irlanda, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia. (Grecia se añade a ellos el 1º de enero de 2001).
El Banco Central Europeo sustituye al Instituto Monetario Europeo (IME) y es en adelante el responsable de la política monetaria, que se define y aplica en euros. Las operaciones de cambio en euros comenzaron el 4 de enero de 1999, con aproximadamente 1,18 dólares. Es el comienzo del período transitorio, que durará hasta el 31 de diciembre de 2001. El 1º de enero de 2002 se ponen en circulación los billetes y las monedas en euros. Comienza el plazo para la retirada de los billetes y las monedas nacionales, que finaliza definitivamente el 28 de febrero de 2002. A partir de entonces solo el euro tiene curso legal en los países de la zona euro. Se decidió usar el mismo diseño para todos los billetes de los países de la "euro-zona". Las monedas en cambio tendrán un diseño europeo común en el frente y un diseño nacional en el reverso, aunque pueden ser usadas indistintamente en la "eurozona".
El euro es el sucesor del ECU, unidad monetaria europea (European Currency Unit). El símbolo del euro (€), desarrollado por la Comisión Europea, se inspira en la letra épsilon (ε) del alfabeto griego. Se adoptó este símbolo como referencia a la inicial de Europa, E. Las dos líneas paralelas hacen alusión a la estabilidad dentro del área euro. La abreviatura internacional oficial para el euro es EUR y ha sido registrada en la Organización Internacional de Normalización (ISO); se utiliza con fines empresariales, comerciales y financieros. También las monedas en euros se están emitiendo conforme a especificaciones técnicas muy avanzadas, que dificultan su falsificación. Se ha puesto especial cuidado en incorporar elementos de seguridad a las monedas de 1 y 2 euros. Las monedas de 1 y 2 euros presentan un diseño bicolor resultado de la utilización de dos metales distintos en su acuñación, lo que, junto con la leyenda que figura en el canto de la moneda de dos euros, dificulta su falsificación en mayor medida. Las monedas en euros incorporan dispositivos de lectura automática que son garantía de máxima seguridad, así como de que se puedan utilizar en máquinas expendedoras de toda la zona del euro, con independencia del Estado miembro de emisión.
Los billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 euros son idénticos para los doce países. Las monedas de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos y 1 y 2 euros tienen la misma "cruz" en todos los países, pero distinta "cara". Las monedas, sea cual fuere su cara nacional, son de validez en cualquier país de la zona euro.
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