jueves, 17 de abril de 2008

Situación económica en América Latina

La perspectiva para la región en 2008 depende, en gran medida de la evolución de la economía mundial. Aunque el escenario más probable es una desaceleración de la economía estadounidense y cierta reactivación posterior, no puede descartarse una recesión que tendría impactos mayores a nivel mundial. En este escenario más probable cabría esperar una ligera desaceleración de la economía mundial que podría afectar de manera limitada a las economías emergentes. En el caso de América Latina y el Caribe estos factores incidirían en una disminución moderada de la tasa de crecimiento económico prevista para 2008, en comparación con la de 2007. La región recibió durante 2007 el mayor ingreso de inversión extranjera directa desde 1999 (alrededor de 95.000 millones de dólares) y, en menor grado, de flujos de inversión de cartera, lo que generó un importante superávit de la cuenta financiera. En consecuencia, las reservas internacionales netas aumentaron marcadamente (un 3,5% del PIB regional), a la vez que la deuda externa de la región, como porcentaje del PIB, continuó su evolución descendente; no obstante, el riesgo país subió a causa de las turbulencias en los mercados financieros. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró que América Latina aparece bien preparada para resistir los efectos de la desaceleración de las economías avanzadas, pero advirtió que los países de la región deben estar listos para una posible caída de los precios de las "commodities" e invertir más y mejor en sus infraestructuras. Durante una conferencia de prensa en Washington, donde el FMI celebró su reunión junto al Banco Mundial, el jefe del departamento para América Latina del Fondo, Anoop Singh, apuntó además sobre la inflación como uno de los "riesgos internos" que enfrentan las naciones del subcontinente. Singh admitió que "puede parecer raro" advertir sobre una posible "declinación" de las "commodities" precisamente en un momento en que los precios del petróleo o de los alimentos registran un alza constante. Pero, según el economista, "virtualmente cada proceso de desaceleración en las últimas décadas estuvo acompañado por una declinación de las commodities". En el panorama actual, existe el riesgo que los precios de estos productos puedan caer de manera más pronunciada que la declinación modesta proyectada hasta ahora, dijo el economista, quien recomendó a los países exportadores de alimentos "prepararse" para esa situación optimizando el gasto público y a los productores de recursos naturales "invertir más y mejor" en esas industrias. Durante gran parte del año 2007 la región de América Latina y el Caribe enfrentó una elevada volatilidad de los mercados financieros como consecuencia de la incertidumbre sobre el impacto de la crisis financiera estadounidense en la economía real de ese país y a nivel mundial. Sin embargo, no ha habido repercusiones significativas en la actividad y el comercio internacional y en la mayoría de los países de la región han seguido registrándose tasas elevadas de crecimiento, basadas principalmente en la demanda interna, en la que se destacó el aumento del consumo privado y de la formación bruta de capital. En consecuencia, se estima que ha habido un crecimiento económico del 5,6% en la región. Por su lado, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, destacaba que los mercados de Latinoamérica reaccionaron mucho mejor de lo esperado ante la actual crisis financiera. Explicaba que EE.UU. atraviesa una corrección difícil en el mercado inmobiliario que afecta a los mercados de capital, puntualizando que por tal motivo se adoptaron medidas agresivas para minimizar el impacto negativo. Piensa que se seguirá trabajando como se ha hecho en otros pasados períodos (de crisis) para retornar a una etapa de crecimiento que beneficiará a los estadounidenses y a los vecinos de las Américas. Subrayó que la región experimentó grandes progresos como el aumento de 26% en los ingresos reales en los últimos cinco años. La política económica enfrentó varios retos. Los ingresos fiscales evolucionaron favorablemente sobre la base de las elevadas tasas de crecimiento, los esfuerzos por mejorar la eficiencia de la recaudación y —en algunos países— los altos precios de los recursos naturales. Sin embargo, se registró un marcado incremento del gasto público, por lo que el resultado global de los gobiernos centrales, que en el promedio simple había sido positivo en 2006, fue deficitario y se redujo el superávit primario, durante el año pasado. El aumento de los precios mundiales de los combustibles y los alimentos, agudizado en algunos países por factores climáticos adversos que tuvieron consecuencias en la oferta de productos agrícolas y, en algunos casos, también por presiones de la demanda, condujo a que por primera vez desde 2002 el aumento de la inflación regional llegara en 2007 a alrededor de un 6%, en comparación con el 5,0% de 2006. Dado que este incremento del nivel de precios ocurrió frecuentemente en el contexto de una dinámica demanda interna, en muchos países las autoridades optaron por incrementar las tasas de interés. En varios casos, esto ocurrió en el marco de una tensión entre varios objetivos, no todos de ellos explícitos, pues a causa de los elevados ingresos de divisas generados por movimientos de la cuenta corriente (superávit comercial, remesas de trabajadores emigrados) y los ingresos de la cuenta financiera (inversión extranjera directa, inversión de cartera) de los países de la región, así como de la debilidad del dólar y una mayor inflación, muchos países enfrentaron procesos de apreciación real de sus monedas. Fuente: CEPAL, FMI, Tesoro de los EE.UU.

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