Gracias a Dios, estamos en un país privilegiado, con cantidad de productos que se obtienen de nuestro suelo muchos de ellos aplicados a la alimentación. Si bien hay sectores donde sufren privaciones, en general, no podemos decir que la falta de alimentos sea para nosotros un serio problema. Sin embargo, en el mundo ya se habla de una escasez alimentaria. El tema merece considerarlo y en esta ocasión, lo trataremos:
La nutrición es una de las primeras necesidades del ser humano para sobrevivir, corresponde a un proceso biológico por el cual el individuo incorpora, transforma y utiliza los nutrientes contenidos en los alimentos. La manera o la forma cómo incorporamos los alimentos entraría dentro de lo que entendemos por alimentación, aquél proceso multifactorial por el que el alimento llega a formar parte de nosotros mismos. El alimento por tanto, se ofrece al hombre como elemento cargado de nutrientes que se incorporan a la fisiología humana, por un lado, y por otro como esencia simbólica de una cultura.
El comportamiento alimentario esta vinculado a multitud de factores. En nuestra mesa confluyen tendencias políticas, económicas, ideológicas y socioculturales. Cuando la población inmigrante aumenta cada día, la realidad alimentaria nos permite tomar como ejemplo el mantenimiento cultural de la cohesión de grupos por parte de la persona a través de la comida, y es ahí donde queda expresado el sentir cultural de cada persona. La identidad colectiva que se expresa a través de la alimentación permite al sujeto incorporar a través del alimento una seguridad al sentirse presente en la estructura grupal afín.
Luego de esta introducción, mencionemos que en la actualidad se ha comprobado que faltan alimentos y cada vez son más caros. Así lo confirma el último informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alertando de una situación “imprevisible y muy preocupante” a la que tiene que hacer frente el mundo en los próximos años. Según el estudio Perspectivas Alimentarias, la cantidad de alimentos en el planeta está descendiendo rápidamente, mientras que los precios de esos productos crecen hasta niveles históricos.
También el FMI y el Banco Mundial (BM) concluyeron sus reuniones de primavera en Washington alertando sobre los riesgos del fuerte aumento de precios de los alimentos. El incremento en los valores de algunos productos está conduciendo a una seria escasez en especial en el mundo en desarrollo y a una nueva ronda de presiones inflacionarias en medio de un posible descenso económico mundial.
Alertas sobre serias consecuencias si no se contiene el ascenso del precio de los alimentos se multiplicaron, con el trasfondo de fuertes protestas en el país más pobre de América Latina: Haití. Se señaló entonces, al término de las reuniones, que los gobiernos deberán intervenir en forma urgente para evitar que esta crisis contribuya más a la pobreza a alrededor de 100 millones de personas.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) preveía ya escasez de estos productos en el mundo, debido al alto costo de los mismos y al alza del precio de los combustibles y tal situación agravará la lucha por alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). De acuerdo con un comunicado del PMA, la ayuda por alimentos que reciben aproximadamente 73 millones de personas, podría verse disminuida debido al mencionado encarecimiento de la canasta básica y de los combustibles. Para continuar con dicha labor el programa requeriría alrededor de 500 millones de dólares.
Las clases medias urbanas de los países en vías de desarrollo como Indonesia, Yemen y Centroamérica, entre otros, son propensos a padecer hambre a causa de la rápida suba de los productos alimenticios básicos, entre los que se encuentran el trigo, el maíz, el arroz y la soja. También se expresaba que muchas familias han dejado de alimentarse tres veces al día, por lo que la ayuda que pueda proveer la entidad que representa es relevante en la medida que se prevén enfermedades crónicas y hasta la muerte. Una estadística revelaba que cada ocho segundos muere un niño o una niña por desnutrición crónica en el mundo; la mayoría de los decesos se concentran en África.
Las causas que originarían estos problemas de escasez de alimentos estarían vinculadas a las prácticas agrícolas ineficientes, la deforestación, la siembra y el pastoreo excesivo, que estarían agotando la fertilidad de la Tierra creando dificultades por el hambre en varias regiones. Además, cada vez la tierra fértil y cultivable del planeta está bajo la amenaza de la erosión, la salinización y la desertificación
Una inflación en aumento, especialmente en alimentos, puede tener consecuencias muy preocupantes para el mundo, por lo que es necesario adoptar medidas para contener el alza de precios. “Los precios de los alimentos, si siguen en el camino en que están hoy... las consecuencias serán terribles. (...) Cientos de miles de personas pasarán hambre (...) lo que llevará a un quiebre del sistema económico”.
Mientras varios países necesitan ayuda alimentaria externa, otros afrontan perspectivas agrícolas desfavorables, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), puntualizando que las causas son diversas, además predominan los conflictos civiles y se afrontan malas condiciones climáticas.
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