jueves, 24 de abril de 2008

¿Se apróxima una escasez de agua potable en el mundo?

¿Hay suficiente agua en el mundo?. De acuerdo a investigaciones recientes, el margen entre el recurso disponible en el mundo y el volumen de agua utilizado va a disminuir en el futuro. El factor principal será el crecimiento demográfico. Según las proyecciones, la población mundial alcanzará los doce mil millones de habitantes a mediados de este siglo, y muchos de ellos vivirán probablemente, en países donde los recursos hídricos se emplean ya al máximo. Es probable que dos de cada tres personas en el planeta sufrirán carencias de agua en el año 2025, a menos que se tomen medidas estrictas preventivas. En la agenda política internacional el tema de la escasez del agua se ha vuelto prioritario. El acceso al agua es un punto importante y hasta se tiene en cuenta en acuerdos internacionales. En muchos casos el compartir ríos es un asunto de índole de seguridad nacional, precisamente por la importancia del agua para el desarrollo; actualmente cerca del 40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de ríos compartidos. La mayor parte de la población mundial vive en cuencas compartidas, lo que implica una mayor competencia debida a los usos, 50 países de los cuatro continentes asientan más de tres cuartas partes del total de su población en las cuencas internacionales; lo que hace que el 47% de la población se encuentre en cuencas compartidas internacionales, 214 cuencas son multinacionales, incluyendo 57 en África, 58 en América, 48 en Europa y 51 en Asia. Ante una situación de escasez del agua la amenaza se cierne sobre tres aspectos fundamentales del bienestar humano: la producción de alimentos, la salud y la estabilidad política y social. Esto se complica aún más si el recurso disponible se encuentra compartido, sin considerar el aspecto ecológico. Por lo tanto, la gestión del recurso agua deberá tender a evitar situaciones conflictivas debidas a escasez, sobreexplotación y contaminación, mediante medidas preventivas que procuren un uso racional y de conservación. El tema de la conservación del recurso agua debe entenderse como un proceso que cruza a varios sectores, por lo que la estrategia debe considerar todo: lo económico, lo social, lo biológico, lo político, etc. La calidad del agua es fundamental para el alimento, la energía y la productividad. El manejo juicioso de este recurso es central para la estrategia del desarrollo sustentable, entendido éste como una gestión integral que busque el equilibrio entre crecimiento económico, equidad y sustentabilidad ambiental a través de un mecanismo regulador que es la participación social efectiva. El agua es un recurso imprescindible pero escaso para la vida. Menos del 1% del agua del planeta es dulce y accesible para el hombre, aunque este porcentaje varía considerablemente según el lugar, el clima o la época del año. Los usos del agua se determinan de acuerdo a la ubicación geográfica del lugar, la economía que tiene, las actividades que realizan los miembros de la comunidad y el contexto cultural en el que se combinan cada uno de los aspectos anteriores. Cada vez es más frecuente ver como algunas acciones que realizamos en nuestra comunidad deterioran no sólo la calidad del agua, también nos acerca más a la racionalización severa del recurso para poder cubrir las necesidades de todos los pobladores. Esta situación nos llevará en pocos años a una escasez del agua que pondría en riesgo el desarrollo social de todos. Si bien es importante que cada persona valore el uso del agua para sus actividades básicas, es necesaria la organización comunitaria par a el manejo eficiente del agua que nos permita preservarla a futuro. La población mundial se incrementará en tres mil millones de personas en los venideros cincuenta años, la mayoría de ellas nacerán en los países que ya experimentan la falta de agua. En Africa, en los últimos veinte años , el espejo de agua del lago Chad se redujo de 18000 km2. a sólo 3900. A raíz de la propagación de las sequías, casi veinte millones de personas se enfrentan a la carencia de alimentos en el este africano. Para 2025, cerca de veinticinco millones. El recurso agua es cada vez más apreciado, tanto para uso doméstico industrial o agrícola. Su escasez, sobre todo en las zonas áridas y semiáridas, la sitúan como prioridad vital para el desarrollo de las poblaciones: "si no hay agua, no hay vida". Muchos son los programas emprendidos para el uso racional del vital líquido; sin embargo; gran parte de ellos adolecen de objetividad, ya sea por su difícil aplicación o por el elevado costo que representan; es más, se ataca el problema desde puntos de vista sofisticados (se piensa que el modelo más complicado es el mejor); sin embargo existen oportunidades valiosas que están a nuestro alcance, que solo requieren ser visualizadas, un tratamiento técnico simple y "conciencia de todos". Mucho se habla de las plantas aplicadas para reutilización del agua en ciertas actividades donde no se requiere la calidad de potable (claro, dado el acondicionamiento de las aguas degradadas). Pero hemos olvidado que también hay desperdicios que no están a la vista y por ello no les ponemos atención. Adicionalmente, la contaminación causada por los efluentes domésticos e industriales, la deforestación y las prácticas del uso del suelo, está reduciendo notablemente la disponibilidad de agua utilizable. En la actualidad, una cuarta parte de la población mundial, es decir, mil quinientos millones de personas, que principalmente habitan en los PED (Países en Desarrollo) sufren escasez severa de agua limpia, lo que ocasiona que en el mundo haya más de diez millones de muertes al año producto de enfermedades hídricas. Por todo lo manifestado, el agua es indispensable para cualquier actividad: industrial, agrícola y la urbana ya que promueve el desarrollo económico y social. Así, con el propósitos de alcanzar un manejo sustentable del recurso futuro, los expertos consideran necesario que todos los ciudadanos conozcan la situación real del líquido y partricipen con las instituciones gubernamentales en la toma de decisiones para el manejo responsable del agua. Se necesita la participación de los miembros de la sociedad para que desde cada una de sus actividades: en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la comunidad, en las áreas de recreación, consideren el valor del agua haciendo un uso eficiente del recurso y cuidando de no regresarla tan contaminada para preservar la calidad de las reservas naturales del agua. América tiene cuatro de los 25 ríos más importantes del mundo, cuyos caudales acumulados son de 8800 kilómetros cúbicos, que equivalen al total de los otros 21 ríos que existen en el resto del orbe. Agreguemos que en la zona se encuentran también varios de los más extensos lagos del planeta. En teoría, América Latina tiene el nivel mundial más alto de agua disponible: 33580 metros cúbicos de agua por persona al año. Así, no hay duda: el hemisferio tiene este recurso en abundancia. Esto no significa que no se tomen los recaudos convenientes como para evitar futuras posibles carencias. La Argentina es una región en este aspecto privilegiada por sus importantes recursos hídricos.

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