martes, 15 de abril de 2008

Las oscilaciones de la Libra Esterlina

El Gobierno británico declaró en 1999 que participar en la moneda única europea (el euro) no beneficiaba los intereses del Reino Unido, y por esa razón no participó en el proyecto europeo. Después de esa negativa, el gobierno inglés señaló que podría intentar insertarse en el proyecto a partir del 2002, pero tampoco se concretó la idea. Londres fue, y continúa siendo, uno de los principales mercados. En la década del ochenta, se convirtió en el centro clave cuando los bancos británicos comenzaron a otorgar préstamos en dólares como una alternativa a las libras, para mantener su posición de liderazgo en las finanzas mundiales. La conveniente ubicación geográfica de Londres (que opera al mismo tiempo que los mercados asiáticos y americanos) también fue decisiva para la preservación de su posición financiera. En agosto de 2007 el ex primer ministro británico Tony Blair tuvo una actitud favorable a la adopción del euro, pero la opinión pública fue contraria en general y su ministro de economía, desaconsejó introducir la divisa común europea en el Reino Unido porque, en su opinión, no se cumplían las condiciones adecuadas en aquel momento. Después de la adopción del euro por varios países, la libra se convirtió en la divisa más antigua del mundo que aún se utiliza, y actualmente tiene la tercera porción más grande de monedas de reserva a nivel mundial, después del dólar estadounidense y el euro. La libra esterlina es la cuarta divisa más intercambiada en el mercado internacional detrás del dólar, el euro y el yen japonés. En los últimos doce meses la libra esterlina descendió 2% más que el dólar y, como consecuencia, también se devaluó entre 10 y 20% contra casi todas las monedas del mundo. Este movimiento de Londres, completamente en línea con la estrategia llevada adelante por Washington, contradice a los especialistas que afirman que el dólar se precipita porque hay demasiados billetes en el mundo, y los Bancos Centrales se desprenden de los dólares para diversificar sus posiciones. Se recuerda que, desde la declinación del Imperio Británico después de la Primera Guerra Mundial, la libra esterlina desapareció de los mercados globales como moneda de pago o de refugio. Evidentemente, el camino elegido por el gobierno inglés respondía a una estrategia de tipo de cambio y búsqueda de productividad a través de esa vía. Entre 2005 y la primera parte de 2007 se mantuvo una paridad casi inmóvil de 68 centavos de libra por euro, pero a lo largo de los últimos 12 meses la moneda inglesa se sumergió en un ajuste gradual, hasta llegar en este momento a pagarse 80 centavos de libra por cada euro. La libra esterlina cayó a mediados de abril de este año a su nivel histórico más bajo frente al euro, debido al enfriamiento de la economía británica y tras anunciarse la cifra de inflación de diciembre, que permaneció en el 2,1 %, por tercer mes consecutivo, por encima del objetivo del Banco de Inglaterra. La moneda del Reino Unido se llegó a cambiar a 76,135 peniques por euro, su valor más bajo desde la introducción de la divisa europea en 1999, aunque posteriormente repuntó ligeramente. Una libra débil frente al euro afectará al turismo británico que tiene como destino alguno de los países de la moneda única, como es el caso de España, pero estimulará las exportaciones de bienes y servicios del Reino Unido. Este aumento, del orden del 17%, es lo que varios consideran como despliegue de muchos inversores hacia una moneda considerada ahora como refugio, pero algunos expertos cambiarios afirman que una vez que Estados Unidos vaya emergiendo de su crisis, en cuatro o cinco meses, todo el aumento de más que haya tenido el euro se le vendrá en posición contraria. Si el euro perdiera ese 17% de ventaja que le sacó al dólar y a la libra esterlina, volvería a cotizar a 1,30 dólares y a 0,68 libras, es decir los tipos de cambio que más se utilizaron entre 2004 y 2007. No está claro si la evolución de la libra respecto al euro va a afectar positiva o negativamente a todos los ciudadanos británicos. Lo que está claro es que ciertas estrategias van a tener que ser revisadas, al menos respecto de Europa continental. Como lo expresamos, el cambio Euro/Libra ha pasado así de 0,68 a 0,80 en aproximadamente medio año, lo que supone una revalorización de más de un 17 por ciento en dicho periodo. Lo normal sería que hubiera una corrección en algún momento, pero no sería ilusorio pensar que a largo plazo el cambio Euro/Libra llegara a la unidad.

1 comentario:

rubén dijo...

Muchísimas gracias por su comentario. Apenas tengo conocimientos de economía y suscribí un plazo fijo en Libras Esterlinas allá por 2004, amparándome en los altos tipos de interés y el cambio relativamente estable de la divisa (entonces en torno a 0,67 euros por libra). Ahora me encuentro con que he perdido gran parte del dinero invertido, y me planteaba liquidar esa inversión.

Gracias a este texto, bueno, no he descifrado si me conviene o no mantener la posición, pero sí que probablemente me arriesgue a perder aún más.

Un saludo.