domingo, 7 de agosto de 2016

Noticias económicas internacionales



** El Banco Central Europeo (BCE) será el próximo en tomar una decisión sobre los tipos de interés después de la rebaja adoptada por el Banco de Inglaterra. El 74,1% de los analistas encuestados por Bloomberg confía en que el BCE no toque los tipos en su reunión del próximo 8 de septiembre, aunque un 25,9% apuesta por una bajada al -0,1%. La Institución bajó los tipos en marzo, por primera vez desde septiembre de 2014, cuando se encontraban en el 0,05%. Con la entrada del euro, el BCE fijó esta tasa en el 3%, aunque la redujo poco después, y alcanzó su máximo histórico, en el 4,75% entre octubre de 2000 y mayo 2001, poco antes del comienzo oficial de la circulación del euro, el 1 de enero de 2002. Por tanto, hay quienes no creen que el BCE siga los pasos del Gobernador del Banco de Inglaterra, que el 4 de agosto decidió recortar los tipos al 0,25% causando una gran conmoción en los mercados. La decisión de la Institución británica se produjo ante el "poco crecimiento" que se espera en la economía del país este año, dadas las dudas suscitadas por el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit, decidido por sus ciudadanos el pasado 23 de junio.
Los tipos de interés del Banco de Inglaterra se encuentran en mínimos históricos y muy lejos de los máximos del 17 % que alcanzó en 1979. La tasa se había mantenido en el 0,5 % desde 2009, es decir, durante ocho años, el periodo más largo desde el siglo pasado, cuando los tipos no se movieron del 2 % en doce años, entre 1939 y 1951. La próxima reunión del organismo británico será el 15 de septiembre y un 91,3% de los expertos apuesta por que continuarán en el 0,25%, aunque un 8,7% no descarta otra bajada, esta vez hasta el 0%. La semana siguiente será el turno de la Reserva Federal estadounidense (FES) y del Banco de Japón (BoJ).
La FED elevó los tipos de interés un 0,25% en diciembre y los dejó en el 0,25% y en el 0,5%, respectivamente, en lo que fue la primera subida desde 2006. En el encuentro del próximo 21 de septiembre, los analistas no esperan que la presidenta de la FED, repita la decisión de diciembre, aunque las probabilidades aumentan de cara a la cita de diciembre, cuando el 37,3% de los expertos ve posible un alza de tipos al 0,5% y 0,75%. También durante el 20 y el 21 de septiembre se reunirá el BoJ, que desde enero tiene tipos negativos, en el -0,1%, aunque antes de ese descenso no se habían movido del 0,1% desde 2008. Los entendidos no descartan que vuelvan a subir, ya que el gobernador del BoJ, aseguró en julio que ampliaría los estímulos de la política monetaria para situar la inflación en un 2%, lo que implicaría flexibilización de los tipos de interés.
** En España. el Gobierno en funciones aprobó un nuevo cuadro macroeconómico en el que prevé bajar el paro al 16,6% de la población activa el año que viene, pese a que predice desaceleración. Según los datos anunciados al término del Consejo de Ministros por el titular de Economía en funciones, el crecimiento de la economía española este año se revisa al alza desde el 2,7% al 2,9%, pero hay hacerlo a la baja para el año próximo. Ya no crecerá al 2,4% como preveía el Gobierno inicialmente, sino al 2,3%. "Son previsiones realistas", ha asegurado el ministro.
En consecuencia, la creación de empleo crecerá este año a un ritmo del 2,7% y, en 2017, al 2,2%, debido a la ralentización de la recuperación de la economía española. Aún así, el ministro espera que el número de ocupados finalice 2017 en 18,9 millones, "cifra que sería la más elevada desde el tercer trimestre de 2009".
Según su previsión, "entre los dos años se crearán 899.000 empleos y el número de parados se reducirá en un millón".
El cuadro macroeconómico señala que "a finales de 2017 habrá en España 3,7 millones de parados, el número más bajo desde el cuarto trimestre de 2008".

** Relacionado con un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) la proyección de base del crecimiento mundial en 2016 es un modesto 3,2%; o sea, en general similar al año pasado y refleja una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales con respecto a lo previsto en la Actualización de enero de 2016 de dicho informe. Según las proyecciones, la recuperación se afianzará a partir de 2017, impulsada más que nada por las economías de mercados emergentes y en desarrollo, a medida que comiencen a normalizarse gradualmente las condiciones en las economías sometidas a tensión. Con todo, la incertidumbre se ha agudizado y el riesgo de que se concreten escenarios de crecimiento más débil está cobrando forma.
Dada la fragilidad de la coyuntura, se hace más apremiante lanzar una política de respuesta amplia para elevar el crecimiento y enfrentar las vulnerabilidades. La recuperación mundial ha vuelto a perder ímpetu en un contexto marcado por el recrudecimiento de la turbulencia financiera. La actividad se debilitó hacia fines de 2015 en las economías avanzadas, y las tensiones surgidas en varias economías de mercados emergentes grandes no daban indicios de menguar. A estos obstáculos se han sumado las inquietudes en torno al impacto internacional que tendrá la rectificación de los excesos observados en la economía china a medida que se oriente hacia una trayectoria de crecimiento más equilibrado tras una década de vigorosa expansión del crédito y de la inversión, además de los indicios de dificultades en otros mercados emergentes grandes, atribuibles entre otros factores a la caída de los precios de las materias primas. Como consecuencia del aumento de la aversión al riesgo y de la creciente inquietud que suscita la falta de margen de maniobra de las políticas, la valoración de los activos riesgosos y los precios del petróleo cayeron con fuerza a comienzos de 2016. Sin embargo, los mercados recuperaron el ánimo a mediados de febrero, y para fines de marzo las valoraciones habían recuperado todo, o prácticamente todo, el terreno perdido. Si bien el crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo sigue siendo la fuente del grueso del crecimiento mundial proyectado en 2016, las perspectivas siguen siendo desiguales,
Las economías del Reino Unido y Europa serán las más golpeadas por los efectos del referéndum celebrado el 23 de junio, el cual provocó un cambio de gobierno en Gran Bretaña. El crecimiento mundial, que de por sí sigue siendo lento, se verá afectado como consecuencia de ello, lo que obligará a las autoridades económicas a reforzar sus sistemas bancarios y ejecutar los planes establecidos para llevar a cabo las reformas estructurales que son muy necesarias. (informe parcial extraido del FMI)


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