martes, 15 de marzo de 2016

Características y modalidades del grupo familiar en las empresas


Este tema se mantiene como objeto de observación en ciertas sociedades de otros países, donde predomina la empresa familiar en la actividad comercial. En tal sentido hemos rescatado un artículo publicado recientemente que informa de importantes detalles vinculados a esta función muy particular de la familia.

 “Del total de sociedades anónimas y limitadas que hay en España, un 90% son empresas familiares, que aportan un 60% del valor añadido bruto y un 70% de la ocupación que genera el sector privado. O lo que es lo mismo, en España hay 1,1 millones de empresas familiares que aportan cada año 262.000 millones de valor añadido y siete millones de puestos de trabajo. La empresa familiar continua siendo la columna vertebral de la economía española. Es lo que se desprende de un informe elaborado por el Instituto de la Empresa Familiar y que ha sido presentado recientemente en Barcelona. “Cuando la economía va bien, la empresa familiar aporta, y cuando va mal, resiste heroicamente”.

En este sentido, el informe destaca que el grueso de la destrucción del empleo en los últimos años se ha concentrado en las empresas que han cerrado. Las compañías familiares que han seguido activas, en cambio, han incrementado el número de trabajadores por cada millón de euros ingresados. Han pasado de 4,7 empleados por millón de euros de ventas en 2007 a 5,1 trabajadores por la misma cifra de  facturación en 2013. Esto no ocurre en el caso de las empresas no familiares, que sí han ajustado el empleo para sobrevivir a la crisis. Si en 2007 tenían 3,1 trabajadores por cada millón ingresado, en 2013 se había reducido a 3.

El trabajo, que analiza la realidad de las diferentes comunidades autónomas y sitúa a Cataluña al nivel de la media española, constata los sectores en los que hay más compañías de este tipo. No son otros que el primario, el secundario (excepto las actividades relacionadas con los suministros), la construcción, el comercio y la hostelería. Entre las características que el estudio atribuye a las empresas familiares es que tienden a ser más pequeñas en términos de ingresos y más intensivas en mano de obra. “Su compromiso con el empleo es destacable, manteniendo en lo posible a sus trabajadores aunque sea a costa de perder competitividad y rentabilidad”. De hecho, los datos indican que estas empresas aportan aproximadamente a la economía el doble de puestos de trabajo que las compañías que no son familiares.

“Este mayor compromiso con el empleo se ha hecho patente, según el director general del Instituto de la Empresa Familiar, en los años que ha durado la crisis económica. El informe también destaca a una empresa familiar que actúa de manera decidida por la incorporación de la mujer en la alta dirección empresarial. El 73% de los equipos directivos de las empresas familiares cuentan con presencia femenina. En cambio, otros estudios sitúan la participación de mujeres en equipos directivos del conjunto de empresas españolas en un 32%.

Las empresas que cesaron su actividad durante la crisis fueron, fundamentalmente, las más pequeñas. De hecho, el estudio apunta a una relación positiva entre tamaño empresarial y rentabilidad. Por eso, el director general del IEF afirma que el gran reto de la empresa familiar española es aumentar su tamaño. Aún predominan las de muy reducida dimensión, cosa que explica, en gran medida, la fragilidad del sector. “La gran diferencia entre Alemania y España es que ellos tienen muchas empresas familiares de tamaño medio y grande”. Se han reclamado incentivos orientados al crecimiento de las compañías.

Los otros dos grandes retos para la empresa familiar, según el máximo responsable del estudio, son la internacionalización y la planificación de la sucesión. Sobre el primero, el estudio pone de manifiesto que sólo el 11% de estas compañías se han internacionalizado. Respecto a la cuestión de la sucesión, el informe advierte que sólo el 10% tienen implantado un protocolo familiar para estos casos.

Hay otros aspectos que la empresa familiar tienen casi resueltos, según el estudio. Uno de ellos es el endeudamiento. Estas compañías presentan ratios de endeudamiento menores que las no familiares, tanto antes como después de la crisis económica. La diferencia entre el nivel de endeudamiento de unas y otras incluso ha crecido de manera significativa durante la crisis, lo que podría explicarse por el compromiso de los propietarios familiares por mantener la financiación de la empresa con sus propios recursos”.


Fuente: Cateconómica


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