(Continuación del blog anterior)
C) Otros modelos, en cambio, ponen de manifiesto que los considerados hasta ahora, en los puntos (A) y (B) precedentes - con sus implicancias -, no pueden explicar de forma coherente lo sucedido en economías en 1998; como lo ocurrido en la crisis asiática. Aquí se observaba que la existencia de amplios niveles de reservas internacionales y de superávit fiscal era una característica de los países asiáticos en los años previos a la crisis. No obstante, existían debilidades relacionadas con la fragilidad del sistema financiero de toda la región.
Estas problemáticas dieron origen a modelos más recientes, cuyo desarrollo teórico se concentran en estos puntos:
a) surgían los problemas de los balances de las empresas y su influencia en la capacidad de inversión del sector privado. Conforme a esto, en un entorno en que los precios son rígidos a corto plazo, una depreciación implica un aumento de las obligaciones de pago de las empresas y una posterior caída en los beneficios. El descenso de los beneficios se traduce en una disminución de la riqueza neta del país, lo que deriva en una menor inversión y una menor producción en el periodo siguiente. Esta situación se reflejaba en una caída de la demanda de dinero y en una depreciación del tipo de cambio.
b) el crecimiento excesivo del crédito, debido al riesgo moral (financiero) generado por las garantías bancarias otorgadas por el gobierno. Ampliando los conceptos: los capitales llegan a un país, atraídos por el diferencial de las tasas de interés y el crecimiento económico. Las expectativas acerca del crecimiento de la economía pueden estar sobrevaluadas. En este caso, los capitales que arriben desde el exterior se canalizan en el mercado bancario a través de préstamos excesivos que financian inversiones con elevado riesgo de retorno. Estas expectativas generan una “burbuja especulativa” de precios en mercados como el inmobiliario y el accionario. La situación se agrava si el Banco Central garantiza gran parte de estos préstamos que conduce a los intermediarios a relajar las restricciones de acceso al crédito, aumentando el riesgo financiero (riesgo moral).
c) Según estos modelos, el intento del Banco Central por retener capitales a través del aumento en las tasas de interés sólo conseguirá incrementar el número de préstamos incobrables y limitar el acceso al crédito de las empresas, lo que profundizará la recesión económica. Están vinculados principalmente a problemas que aparecen cuando el sistema financiero está dolarizado o existen dificultades en el grado de madurez de los proyectos productivos que el sistema financia. Si la economía entra en recesión, crecerá el número de préstamos incobrables y los precios de los activos financieros caerán. Los inversores se dan cuenta de la debilidad del sistema financiero y comienzan a trasladar sus capitales fuera del país.
D) Los modelos de contagio asignan un papel importante a los organismos internacionales de crédito para evitar los efectos de las crisis cambiarias en la economía real. Para mantener las expectativas de los agentes económicos, los organismos internacionales ofrecen líneas de crédito de corto plazo a cambio de que el gobierno se comprometa con un plan de estabilización económica.
Los denominados modelos de contagio están explicados por el economista argentino Guillermo Calvo. Tratando de analizar la crisis rusa ocurrida en 1998, expuso que ésta se explica a partir del accionar de dos tipos de inversores: los informados y los desinformados. La moratoria de la deuda rusa en ese año (1998) disminuyó el valor de portafolio de la deuda de corto plazo en poder de los inversores “informados”.
Estos inversores informados utilizaban estos títulos para financiar su posición en activos de largo plazo. La caída en el valor de los títulos de la deuda les generó un problema de liquidez que los obligó a vender los títulos a los inversores “desinformados”.
Precisamente, debido a la carencia de información adecuada, los inversores desinformados supusieron que había un problema más serio que el de la liquidez, en particular que los títulos no se iban a pagar en el corto plazo. Según Calvo, esta interpretación errónea del proceso se “contagió” entre todos los inversores desinformados. Como consecuencia, se produjo un colapso del mercado de bonos, una aguda suba en las tasas de interés y una reversión de los flujos de capitales a Rusia.
¿Por donde se afectaría la economía real?. En realidad, por las cuentas nacionales; los flujos de capitales equivalen al superávit de cuenta corriente más la acumulación de reservas. Una situación así tiene que ser cubierta con caída en las reservas o un menor déficit en cuenta corriente. Mientras que la contracción en las reservas incrementa la vulnerabilidad financiera del país, la contracción en la cuenta corriente tiene efectos sobre la producción y el empleo.
Como el déficit de cuenta corriente equivale a la demanda agregada menos el PBI, una contracción repentina en el déficit de cuenta corriente, provocada por la devaluación conduce a una caída en la demanda agregada, tanto en bienes transables como en no transables. El exceso de oferta de bienes transables así creado puede ser absorbido en el exterior, pero no así el exceso de oferta de bienes no transables, por lo que el precio relativo de éstos últimos tiende a caer, profundizando la depreciación real de la moneda.
La última línea de investigación de estos modelos ha sido propuesta en (1999, 2000). Este enfoque se relaciona con las crisis bancarias y con las cambiarias. Un colapso bancario multiplica los efectos de un a recesión económica dada la contracción que se produce en el crédito para los proyectos de inversión de largo plazo y la costosa liquidación de éstos. Lo que el modelo dice es que estabilizar el sistema el sistema bancario y mantener el tipo de cambio son objetivos incompatibles. El Banco Central puede intentar combatir la crisis bancaria elevando los tipos de interés, pero al hacerlo incrementa el número de préstamos incobrables. O bien, puede actuar como prestamista de última instancia, pero en este caso los agentes utilizarán estos fondos adicionales para comprar reservas y forzar el abandono del tipo de cambio fijo.
Fuente: Se han considerado trabajos de: Krugman, P, Kaminsky, G., Ortiz Vidal, Calvo G., Chang y Velazco
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