domingo, 17 de agosto de 2008

¿Qué puede hacerse para mejorar la Economía Mundial? (I)

(A continuación brindaremos tres notas sobre este tema que consideramos trascendente) En el pasado, muchos períodos de crecimiento han terminado en inflación. Hoy la probabilidad de que ello suceda es posible, pero menor, gracias a la credibilidad que los bancos centrales independientes, entre ellos el Banco Central Europeo, han logrado generar al mantener baja la inflación y controladas las expectativas. El riesgo que más preocupa a la mayoría en este momento es el de una desaceleración económica en Estados Unidos. Hasta ahora, los efectos se han limitado a una disminución de la inversión residencial, mientras que el crecimiento del consumo se mantiene firme y la inversión empresarial se muestra sólida. Pero es indudable que la corrección del mercado inmobiliario puede tener algún efecto en el consumo de los hogares. Un factor importante del aumento del consumo registrado en Estados Unidos en los últimos años ha sido la creciente facilidad con que los propietarios de viviendas han podido utilizar la apreciación del valor de los activos para financiar un mayor nivel de consumo. La moderación del crecimiento del consumo en Estados Unidos no es de por sí un hecho negativo: esta moderación contribuiría a reducir el déficit de la balanza de pagos en cuenta corriente. Esto es importante porque si este país siguiera acumulando un déficit en cuenta corriente a los niveles actuales, ello significaría un aumento constante del endeudamiento externo. Se crearía así el riesgo de una corrección desordenada de los desequilibrios mundiales en cuenta corriente por una depreciación pronunciada del dólar de y, como reacción, un alza de los tipos de interés en dólares. Pero esa abrupta desaceleración del crecimiento del consumo en Estados Unidos —en caso de no ser compensada por un crecimiento mayor de la demanda en otros países— tendría repercusiones preocupantes en otras regiones. De allí que sea mayor la importancia de algunas de las reformas estructurales que se están considerando en Europa. Al adoptar medidas que estimulen el crecimiento, los países europeos pueden contrarrestar los efectos que una retracción de la demanda de Estados Unidos ejercería en sus propias economías y al mismo tiempo ofrecer al mundo una fuente alternativa de incremento de la demanda. En los últimos años, el principal factor de impulso del crecimiento mundial ha sido la demanda de Estados Unidos, pero esa situación está cambiando. China e India se han convertido en importantes motores del crecimiento económico mundial. También en Europa se observa el tan esperado aumento de la inversión y el empleo. El FMI preveía que en la zona del euro el crecimiento sería de alrededor del 2½% en 2006, impulsado por aumentos de las exportaciones y de la inversión, especialmente la inversión en metales y maquinaria, así como un incremento de la construcción. Los gobiernos deberán adoptar ahora medidas para garantizar que el crecimiento siga siendo alto en el futuro. Europa tiene ante sí una oportunidad especial de ayudarse a sí misma, manteniendo acciones monetarias prudentes y promoviendo políticas fiscales y estructurales. Al hacerlo, también pueden ayudar a sus socios en el mundo. Esperamos que los responsables de formular la política económica sepan aprovechar esta oportunidad. La seguridad energética está cada vez más presente. Eso fue reafirmado en la cumbres con la Unión Europea en la que los mandatarios adoptaron principios para promover la seguridad energética mundial. Estos principios incluyen: a) apoyar el desarrollo de nuevas fuentes y rutas de suministro en determinadas cuencas; b) apoyar el mantenimiento y la mejora de la estructura actual de oleoductos y gasoductos; c) apoyar la implantación efectiva de medidas como: la iniciativa de transparencia de las industrias extractivas en países emergentes, productores de energía; y cooperar en el desarrollo y la disposición de biocombustibles, el gasoil, los vehículos híbridos recargables, y otras tecnologías avanzadas. La diversificación es un factor importante en la seguridad energética global. Deben alentarse a todas las naciones para que desarrollen diversas fuentes de abastecimiento energético, y rutas de transporte, con el fin de reducir el impacto de las interrupciones de suministro, sean naturales o causadas por el se humano. Se aspira a un nuevo marco para el desarrollo de los países de la región, adecuado a un mundo globalizado de economías abiertas. El desarrollo de las economías latinoamericanas exige una transformación de sus estructuras productivas que vaya acompañada de un proceso intenso de formación y preservación de su capital humano. Deberá seguirse promoviendo al desarrollo e integración en el mundo, conjugando el crecimiento con niveles cada vez mayores de equidad social. Por ello el marco de realización que se proyecte insistirá en la importancia de elevar la competitividad, velar por los equilibrios macroeconómicos y fortalecer una democracia política y participativa. Además de las grandes desigualdades en la distribución del ingreso, la falta de equidad es la síntesis de estructuras económicas y sociales muy segmentadas, que han dado origen a una profunda exclusión social. Estas desigualdades son a la vez causa y efecto de otras disparidades, entre ellas las que derivan de la educación y el empleo y las que corresponden a las restricciones étnicas y de género, a la distribución territorial de la población y recursos, y a la dinámica demográfica.

(continuará)

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