miércoles, 30 de enero de 2008

Un acercamiento a una mayor precisión en la medición del PBN

Para llegar a mejorar la medición del Producto Bruto Nacional (PBN), han surgido varios ensayos. Uno de ellos es el que hace mención Paul Samuelson, corrigiendo defectos de la cifra oficial que tendría mayor sentido con la elaboración de un indicador que denomina “Bienestar Económico Neto (BEN)”. En realidad, estos indicadores económicos han sido tratados y estudiados por economistas japoneses. El BEN se basa en el PBN pero introduce dos importantes cambios. Una incidencia negativa de todo lo que significaría en el lapso de medición del PB, casos contraproducentes ej: deterioro del medio ambiente. Serían externalidades o dificultades causadas por contaminación, congestión, agotamiento de los recursos, etc. Esto haría disminuir el valor del PBN obtenido, y en tal sentido debería ajustarse. Por otro lado, debería aumentarse por el movimiento de los rubros componentes de la economía informal que no ha captado la movilidad enorme de sumas de dinero y que, de haberse incorporado en los rubros del sistema significaría una elevación del mismo. De modo que habría que agregarlos, aunque – hay que destacar –que los contables nacionales excluyen las actividades ilegales de la medición del PBN, ya que existe el consenso social de que no son “bienes” sino “males”. El creciente tráfico de cocaína no entra ni en el PBN ni en el BEN. Se añadirán ciertas partidas al BEN, como el valor del ocio, los servicios realizados en el hogar y las actividades cuenta-propistas. Algunos estudios del tema, llegan a la conclusión que en los dos últimos decenios se ha subestimado significativamente el crecimiento del PBN real debido a la omisión de las actividades sumergidas. En resumen: concuerdan en que el PBN, es un indicador imperfecto del verdadero bienestar económico, o sea debería aplicarse el: BEN = PBN+ ocio+ actividad sumergida – contaminación e inconvenientes Aunque no es fácil medir directamente la magnitud de la economía subterránea se pueden analizar sus movimientos, en ciertos ámbitos. En este aspecto – especialmente en estudios realizados en EE.UU. – se han sugerido diversas maneras de calcular sus dimensiones. Uno de los problemas mayores para medir este tipo de actividades es que generalmente, sus participantes, pueden dedicarse a ellas “full time” o de manera parcial. Esta clase de doble empleo afecta de modo diferente ciertas mediciones oficiales del ingreso y del empleo, pues quienes participan en la economía subterránea, lo podrían realizar en el encuadre de su empleo en el sector formal. A finales de los setenta, surgieron dos líneas complementarias de investigación para cualificar y medir la economía subterránea en los EE.UU. Debemos mencionar los estudios e investigaciones realizados por: Kevin Mc Crohan, James Smith y Terry Adams, Berdj Kenajdian, Vito Tanzi, Carl Simon y Anne Witte, Peter M. Gutmann, Edgar Feige, David O Neil, Frnk de Leevw. Es oportuno hacer antes, una distinción, conforme a distintas formas como se denomina a esa economía oculta: economía ilegal, que es cuando se transgreden los estatutos y disposiciones y que producen bienes y servicios que son prohibidos por la ley (falsificaciones, drogas, mercado paralelo de divisas); economía no empadronada, así llamada porque evaden las normas institucionales que establecen la obligación de informar sus movimientos (trabajo no registrado en libros, producción casera, etc.); economía no registrada, la que evade las reglas establecidas en los códigos fiscales; economía informal, la que comprende las actividades que no cumplen con los costos y están excluidas de los beneficios y de los derechos establecidos por las leyes y reglas administrativas que amparan las relaciones de propiedad, licencias comerciales, contratos laborales, y créditos financieros así como los sistemas de seguridad social. La evasión de impuestos y el incumplimiento de las restricciones gubernamentales establecidas a los movimientos de los agentes económicos se suele considerar como los principales incentivos para involucrarse en actividades subterráneas. Pueden generar actitudes marginales los incrementos en las tasas impositivas o el aumento de las reglamentaciones para trabajar o hacer negocios. En los EE.UU. a fines de los años setenta, surgieron líneas de investigación para cuantificar y medir su economía oculta. Una, como información estimada de carácter extensiva, amplia y otra, consistente en algo más intensivo, detallado. La primera, se realiza mediante métodos directos (encuestas nacionales a hogares; evaluaciones del problema del ingreso nacional no registrado; cálculos referidos a la contabilidad del ingreso), y los basados en: agregados monetarios, variables demográficas y propensiones de la actividad industrial hacia estas actividades, que corresponden a métodos indirectos. Se pudo establecer, respecto del método directo, casos muy interesantes: l) que cerca de una cuarta parte del valor de las transacciones subterráneas correspondían a vendedores, que eran también empleados formales.- Tomando como base encuestas realizadas en 1981-85 y 1985-86 las transacciones de los mercados informales promediaban 60.000 a 75.000 millones de dólares; las transacciones de bienes y servicios informales representaron cerca del 14,6% de las ventas totales; en 1976 se descubrió que el principal monto de ingreso no registrado del sector legal, fue el autoempleo, con 33.000 millones de dólares; sueldos y salarios acusaban de 21.000 a 26.800 millones de dólares; e intereses, de 5.400 a 9.400 millones. Estos montos tenían relación con un ingreso no registrado de 25.000 a 35.000 millones de dólares por actividades ilegales, como distribución de narcóticos, apuestas y prostitución.- Es decir: medidos en términos de ingresos no registrados en EE.UU, osciló entre 100.000 y 135.000 millones de dólares; del 5,6% al 7,6% del PBN total registrado. En cuanto a cálculos basados en la contabilidad del ingreso, se hizo una estimación del no registrado en seis sectores. Dos de los sectores, correspondían a ingresos no computados por la producción y distribución de bienes y servicios ilegales; dos, por la misma actividad, pero legales; uno, derivado de una mezcla de actividades legales e ilegales no registradas debido a la condición ilegal de los bienes (comercio de bienes robados, por ejemplo); y una categoría residual, donde se captaban otras actividades sumergidas. Todo esto, permitió determinar que la magnitud estimada de la economía subterránea en los EE.UU., en 1974, fue de 100.000 a 180.000 millones de dólares ( del 7 al 12% del PBN). En 1980, el ingreso por actividades subterráneas fluctuó, entre 170.000 y 300.000 millones de dólares ( 6 al 11% del ingreso nacional). La conclusión: el mayor ingreso legal no registrado de la economía subterránea correspondía a la evasión fiscal, cuyo monto era, en términos generales, la mitad del ingreso nacional subterráneo total estimado. En cuanto a los sectores mayores, fueron la distribución y venta de cocaína y heroína.- Otros motivos de ingresos informales: mercado de bienes robados a empleadores y el de incendios y destrucción de edificios premeditados. Las estadísticas monetarias han permitido también estimar la magnitud de las actividades subterráneas en los EE.UU.- Estos movimientos no usan habitualmente cheques sino que la mayoría, o casi la totalidad emplean efectivo.- De esta manera, se calculó para el año 1976, aproximadamente un monto por estos conceptos de 176.000 millones de dólares (casi el 10% del PBN).- Otro sistema, es tomar como base la teoría cuantitativa de Fisher. En esta expresión la suma de todas las transacciones pagadas en efectivo, así como la suma de aquellas pagadas en cheques, constituyen una medida de la actividad. Si se parte de una época donde no había economía subterránea (l939), las variaciones de épocas posteriores justificarían un aumento de la misma.- Otro método monetario, es una estimación econométrica de la emisión de demanda del circulante por la cual, se puede determinar el efecto de un cambio en la recaudación fiscal sobre la propia demanda de circulante (Vito Tanzi).- Los supuestos claves del análisis son: que las actividades subterráneas representan una consecuencia directa de impuestos elevados y que el circulante se usa fundamentalmente para realizar transacciones subterráneas o acumular riquezas.- Para 1976 V. Tanzi estimó la economía subterránea en EE.UU. en un 3,4 y 5,l% del PBN.- Para 1980, la estimó en 159.000 millones de dólares ( 6,l% del PBN).- En general, no ha habido convergencia entre los métodos.- Otros estudios hacen referencia a variables demográficas, tomando como base los datos censales. Se calculó que de 1950 a 1981 el empleo subterráneo de tiempo completo se incrementó en 4,4 millones, cifra que representa cerca del 4,1% del empleo total en l981.También hay análisis enfocando la propensión industrial a la actividad subterránea. Se basa en la tendencia de esta actividad de EE.UU., a concentrarse en ciertas ramas industriales.- Además del tipo de estudios descriptos, se han realizado otros, sobre aspectos específicos de la actividad informal en los EE.UU; éstos analizan una variedad de particularidades, y proporcionan descripciones y detalles importantes. Por su propia naturaleza encubierta, la mayoría de las actividades subterráneas se desempeñan en pequeños establecimientos, donde su ubicación es más difícil que en los establecimientos grandes.- La existencia y persistencia de una economía informal tiene dimensiones e implicaciones mundiales; la globalización de la producción y el intercambio, han incrementado las presiones competitivas sobre las economías nacionales. Las actividades subterráneas son distintas, tanto en la forma como en los efectos y, al parecer, existen algunas razones económicas y sociales comunes que determinan su existencia.- Asimismo, se ha podido comprobar que, en muchos sentidos, el sector abierto de la economía que se halla formalmente regulado, define las reglas de juego, en tanto que el sector oculto ( no regulado ), tiende a desarrollarse con relación al primero.- La atención debería centrarse, por un lado, a entender las fallas del mercado que conducen a personas físicas o ideales al ámbito de las actividades subterráneas y, por otro, a desarrollar vínculos positivos entre los sectores formales e informales de la economía.- En algunos casos, un aspecto positivo de las economías marginales, es que podría servir como semillero de pequeñas empresas y actividades de negocios que eventualmente estarían en condiciones de pasar al terreno de la economía formal.

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