jueves, 31 de enero de 2008

Nuestros productos agrícolas de fuerte exportación: LA SOJA

Analizaremos brevemente las características y las posiciones en el mercado nacional e internacional de los principales productos agrarios de exportación. En este primer caso, nos referiremos a la soja de notoria gravitación en el ingreso de divisas. La soja resulta un buen indicador económico de rentabilidad agropecuaria dado que se producen alrededor de 220 millones de toneladas mundiales y los principales países productores son los Estados Unidos, Brasil, Argentina, China, India, Paraguay y Uruguay. Todos competidores de los mercados para lo que produce nuestro país en donde es, sin competencia cercana, el cultivo más sembrado. La importancia de la soja deriva fundamentalmente de su relación con el tema de los alimentos. A este gran capítulo de la actividad productiva accede a través de su aceite y de su harina. Hoy representa un alto porcentaje entre las ocho materias primas más importantes del mundo. El 88% de la soja que se comercializa a nivel mundial se utiliza para la producción de aceite, y con los residuos se hace pasta de soja que es usada como forraje. El 25% del aceite comestible proviene de soja. La harina de soja es de aplicación directa al consumo humano como integrante de otros productos alimenticios o como materia prima para la obtención de proteínas concentradas o aisladas. El consumo de aceite se relaciona directamente con la dieta humana, en la que las grasas son un componente esencial por su valor energético-dinámico; el de harinas con la formulación de alimentos balanceados para la producción de carnes rojas y blancas, que sigue siendo la aplicación dominante, y finalmente, el de la utilización de la harina o de las proteínas de soja en la alimentación humana con el enriquecimiento de otros alimentos. Los fundamentos que sostienen las cotizaciones agrícolas – y particularmente de este producto -, siguen vigentes: la creciente demanda mundial de alimentos, principalmente impulsada por los países asiáticos; los requerimientos del grano (principalmente soja y maíz) para la fabricación de biocombustibles, y la mayor intervención de grandes fondos de inversión, buscan capitalizar esas dos tendencias. Analizando un futuro, la ocasión parece real como interesante porque, en la medida en que países como la India y China generen un consumo masivo y creciente en los próximos diez años - que no podrán satisfacer con su propia producción -, van a necesitar que se produzcan en otro lado. El desarrollo de las plantas de soja en un cultivo tiene como objetivo principal el rendimiento en grano. Desde el inicio de este proceso se plantean para el cultivo requerimientos ambientales (agua, luz, nutrientes, temperatura, etc ) y asimismo adversidades que pueden afectarlo ( heladas, granizo, plagas, malezas, enfermedades, etc ). El manejo del cultivo, tendiente a un buen rendimiento, necesita de un conocimiento detallado del proceso de desarrollo de sus distintas etapas. Más de la mitad de todas las exportaciones argentinas son agroalimentos. Y buena parte de esos ingresos van para el fisco en concepto de retenciones (el 35% sobre el poroto de soja; el 30% sobre aceite y harina). La soja demostró ser una commoditie a prueba de crisis financieras: la tonelada de oleaginosa -principal producto de exportación argentino llegó fines de enero/08 a un nuevo récord, los 1000 pesos la tonelada. El grano, que en enero de 2006 cotizaba a 580 pesos, prácticamente duplicó su valor en sólo un año, llegando a las cuatro cifras en una de las semanas más turbulentas para los mercados de los últimos seis años. Pero veamos las características y los usos principales de la soja: La soja es originaria de oriente (China, Japón, Corea, etc) cuyos pueblos la utilizan intensamente. Estos pueblos consumen la leche de soja diariamente. En América fue introducida en Estados Unidos en 1765, sin embargo, su gran expansión se inició en 1840. En Brasil ingresó en 1882, pero su difusión se produjo a principios del siglo XX. En la Argentina, las primeras plantaciones de soja se hicieron en 1862, pero no encontraron eco en el campo argentino. En 1909 se comenzó a ensayar en distintas escuelas agrícolas argentinas el cultivo de la soja, pero recién para 1965 se intensificaron los trabajos de investigación sobre el tema. Si bien los resultados de los ensayos realizados fueron buenos, el cultivo no logro obtener difusión entre los productores. En la década del 70 se incremento el cultivo hasta alcanzar en la actualidad un papel fundamental en la economía argentina, ocupando un lugar importante en el mundo como productor de grano, y como exportador de aceite y harina de soja. En consecuencia, la soja es el producto de exportación de mayor incidencia en el PB agropecuario del país y el mayor generador de divisas. Se siembra entre los meses de Noviembre, Diciembre y Enero. Hasta 1998 las plantaciones se limitaban a las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Desde ese año se expandieron a Entre Ríos, Santiago del Estero, Salta y Tucumán. En el 2001 invadió zonas que no son tradicionales para este cultivo como El Chaco. En la zafra 2003/04 14,3 millones de Has. fueron sembradas con soja. Ocupa más extensión que todos los cultivos del país. Desde el 2003 el sector agrícola planea incrementar la producción a 100 millones de toneladas al año, hasta la próxima década.. También ha surgido la soja transgénica: con el descubrimiento de técnicas en biología celular y molecular que permiten la manipulación de genes, base de la herencia de los seres vivos, se abrió una nueva posibilidad para el mejoramiento vegetal como la de incorporar características, así el caso de la tolerancia a herbicidas, que anteriormente no eran realizable. La comprobación que el material que trasmite las características de generación en generación es común a todos los seres vivos, fue el primer paso. Las sojas transgénicas son idénticas a las sojas convencionales, tanto en su comportamiento en la comunidad vegetal como en su composición. El grano obtenido de un cultivo transgénico es semejante al obtenido de un cultivo tradicional, como así también todas sus características físicas y químicas que son propiedades industriales Los principales productores de soja: -Estados Unidos que produce el 35% de la soja a nivel mundial, con una productividad de 2,5 toneladas por Ha. El 80% de la soja sembrada es genéticamente modificada.- Brasil con el 27% (2,8 toneladas por Ha) -Argentina produce el 17% de la producción mundial. El 98% de la soja sembrada es genéticamente modificada -China 9%. Todo es para autoconsumo - Paraguay 2%. El 80% de la soja sembrada es genéticamente modificada - India 2% - Bolivia 1%. Se ha mantenido libre de transgénicos La producción de soja en la Argentina presentó ascensos importantes en sucesivos periodos. En la etapa 2002/03 alcanzó a 34,8 millones de toneladas, en 2006/07 47,4 millones y lo previsto para 2007/08, 47 millones de toneladas. Igual sucedió en las áreas sembradas: en 2002/03, 12,6 millones de hectáreas y la estimación para 2007/08 16,6 millones. En nuestro país hubo zonas que en 2007 el rendimiento alcanzó los 6200 kilos por hectárea. En la campaña 2005/06 el rendimiento promedio (sur de Santa Fe era de u$s. 3500 kg/ha.). En cuanto a las exportaciones, Brasil es el líder mundial, que ocupa el 31% del mercado mundial, Estados Unidos con el 29% y Argentina con el 28%. En cuanto a los importadores, el primero es la Unión Europea con 36,9 millones de toneladas de soja al año, seguido por China con 19,4 millones al año, de los cuales 18 millones lo importa como grano y 1,4 millones como aceite. Otros importadores importantes de harina de soja son Japón, México, Taiwán, Tailandia, Indonesia, Corea del Sur. Por otro lado, Irán, Bangladesh, Rusia, Marruecos y Egipto son los principales importadores de aceite de soja. En Argentina, las ventas externas, del año pasado, fueron lideradas por harina y pellets de soja (u$s 5720 millones, suba del 37% respecto del año precedente): aceite de soja (4390 millones de dólares, suba del 58%) y porotos de soja (u$s 3412 millones, suba del 93%). La notable suba del precio de la soja - acompañada por alzas en los valores de todos los granos - apuntala los argumentos de quienes sostienen que la producción y la exportación de este grano será el principal sostén de la Argentina si los problemas en los Estados Unidos se convierten en una recesión de la economía mundial. Hasta noviembre pasado, el complejo oleaginoso - que representa el 75% de las exportaciones agrícolas del país - facturó US$ 13.522 millones por ventas externas, un 45,5% más que en igual período del año anterior. Los principales destinos de estos embarques fueron China (poroto y aceite), India (aceite) y la Unión Europea (harina). El índice de las materias primas que elabora el Banco Central argentino subió 47,7% en 2007. El pico de alza, con 81,5%, se registró en la harina de soja. Sin duda, el mayor producto de exportación de la Argentina proviene del complejo sojero. Casi uno de cada tres dólares que ingresan por exportaciones al país, proviene de este complejo. Un fenómeno que tiende a sostener este verdadero boom de las commodities es la debilidad que en los últimos años mostró el dólar estadounidense, moneda de referencia para la cotización internacional de estos productos. Pero debemos manifestar que estos mercados son muy volátiles y como tales deben analizarse permanentemente.

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